A LOS 120 AÑOS DE LA LLEGADA DE LOS SALESIANOS/AS AL PERU
Fue una semilla de 4 salesianos que en 1891 llegó al Perú. Hoy, se ha convertido en un árbol frondoso. Según la historia, fueron algunos peruanos que, habiendo conocido la obra de Don Bosco en Turín, quisieron reeditarla en nuestra patria. El General Miguel Iglesias se entrevistó con el mismo Don Bosco en 1884. Le aseguró que su sucesor, Don Miguel Rúa, enviaría a sus hijos al Perú. D'Espiney escribió la vida de Don Bosco. El Padre Luís Torra Provincial de los Descalzos, la leyó. Viajando en vapor con 4 compañeros, del Callao a Casma, estuvo a punto de zozobrar. Entonces prometió al Cielo divulgar la vida y obras de Don Bosco, si llegaban salvos a tierra. Así, muchos conocieron a Don Bosco. El historiador Rubén Vargas Ugarte, Historia de la Iglesia en el Perú, afirma que los Salesianos fueron traídos al Perú gracias a los buenos auspicios del sacerdote Pedro García y Sáenz, de Monseñor Teodoro del Valle, obispo de Huánuco y arzobispo electo de Lima (donó parte de sus bienes para el establecimiento de los salesianos en Lima), del Padre José del Carmen Maraví, del delegado apostólico Monseñor José Macchi, del cardenal Rampolla y de los trámites del directorio de la Beneficencia Pública de Lima. (Continuará)
EPISCOPADO PERUANO RESPALDA AL CARDENAL CIPRIANI
La Conferencia Episcopal Peruana (CEP) pidió a la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) incorporar en los estatutos del centro de estudios "los cambios dispuestos por la Santa Sede".
Exhortó a detener su "intento de poner a la comunidad universitaria y a la opinión pública en contra del Arzobispado de Lima".
Recuerda que fue el Rector de la PUCP quien presentó los estatutos de la universidad para su aprobación por la Congregación para la Educación Católica.
Aclara que "conforme al ordenamiento legal vigente no hay impedimento para que en los Estatutos de la PUCP se incorporen los cambios dispuestos por la Santa Sede: garantizar la identidad, fidelidad y actuación católica en la PUCP, sin perjuicio de la autonomía universitaria y libertad de cátedra, según el Derecho".
Invoca a la PUCP que acoja lo dispuesto por la Congregación para la Educación Católica, quien garantiza la naturaleza y orientación pertinente de cualquier institución Católica.
Exhorta a restablecer la fluida relación que debe existir entre la PUCP y sus autoridades con la Iglesia católica y la Conferencia Episcopal Peruana.
Pide encarecidamente que no se continúe enfrentando a la PUCP y a la opinión pública con el Arzobispo de Lima.
Expresa su "reconocimiento y respaldo al Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne en la responsabilidad que le compete como Arzobispo de Lima y Gran Canciller de la PUCP".
Los animales salen del Arca de Noé en fila; primero la elefanta y al último, la pulga.
Ésta, no queriendo ser la última salta de lomo en lomo hasta caer detrás de la elefanta.
Ésta, volteándose hacia ella, le dice: -"Señora Pulga, no empuje", y la pulga: -"¡Ay! Señora elefanta, disculpe, no la vi".... ¡Ja, ja, ja!
Fue una semilla de 4 salesianos que en 1891 llegó al Perú. Hoy, se ha convertido en un árbol frondoso. Según la historia, fueron algunos peruanos que, habiendo conocido la obra de Don Bosco en Turín, quisieron reeditarla en nuestra patria. El General Miguel Iglesias se entrevistó con el mismo Don Bosco en 1884. Le aseguró que su sucesor, Don Miguel Rúa, enviaría a sus hijos al Perú. D'Espiney escribió la vida de Don Bosco. El Padre Luís Torra Provincial de los Descalzos, la leyó. Viajando en vapor con 4 compañeros, del Callao a Casma, estuvo a punto de zozobrar. Entonces prometió al Cielo divulgar la vida y obras de Don Bosco, si llegaban salvos a tierra. Así, muchos conocieron a Don Bosco. El historiador Rubén Vargas Ugarte, Historia de la Iglesia en el Perú, afirma que los Salesianos fueron traídos al Perú gracias a los buenos auspicios del sacerdote Pedro García y Sáenz, de Monseñor Teodoro del Valle, obispo de Huánuco y arzobispo electo de Lima (donó parte de sus bienes para el establecimiento de los salesianos en Lima), del Padre José del Carmen Maraví, del delegado apostólico Monseñor José Macchi, del cardenal Rampolla y de los trámites del directorio de la Beneficencia Pública de Lima. (Continuará)
EPISCOPADO PERUANO RESPALDA AL CARDENAL CIPRIANI
La Conferencia Episcopal Peruana (CEP) pidió a la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) incorporar en los estatutos del centro de estudios "los cambios dispuestos por la Santa Sede".
Exhortó a detener su "intento de poner a la comunidad universitaria y a la opinión pública en contra del Arzobispado de Lima".
Recuerda que fue el Rector de la PUCP quien presentó los estatutos de la universidad para su aprobación por la Congregación para la Educación Católica.
Aclara que "conforme al ordenamiento legal vigente no hay impedimento para que en los Estatutos de la PUCP se incorporen los cambios dispuestos por la Santa Sede: garantizar la identidad, fidelidad y actuación católica en la PUCP, sin perjuicio de la autonomía universitaria y libertad de cátedra, según el Derecho".
Invoca a la PUCP que acoja lo dispuesto por la Congregación para la Educación Católica, quien garantiza la naturaleza y orientación pertinente de cualquier institución Católica.
Exhorta a restablecer la fluida relación que debe existir entre la PUCP y sus autoridades con la Iglesia católica y la Conferencia Episcopal Peruana.
Pide encarecidamente que no se continúe enfrentando a la PUCP y a la opinión pública con el Arzobispo de Lima.
Expresa su "reconocimiento y respaldo al Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne en la responsabilidad que le compete como Arzobispo de Lima y Gran Canciller de la PUCP".
Los animales salen del Arca de Noé en fila; primero la elefanta y al último, la pulga.
Ésta, no queriendo ser la última salta de lomo en lomo hasta caer detrás de la elefanta.
Ésta, volteándose hacia ella, le dice: -"Señora Pulga, no empuje", y la pulga: -"¡Ay! Señora elefanta, disculpe, no la vi".... ¡Ja, ja, ja!
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