Lima, 02-10-2011 / Año 107 - Nº 5582

DOMINGO XXVII DEL TIEMPO ORDINARIO
Dios se presenta con apariencia de tristeza y de desilusión. Con la imagen de la viña y los viñadores, su Palabra nos enfrenta con nuestra responsabilidad de elegidos: "Yo los elegí para que vayan y den fruto, y ese fruto permanezca". Los frutos son nuestras buenas obras: la solidaridad y la caridad, en todas sus formas. ¡Somos elegidos del Señor! No podemos quedarnos quietos, dormidos o indiferentes.
PRIMERA LECTURA: Is 5, 1-7
La parábola de la viña de Isaías nos presenta la propuesta de Dios a su pueblo, lleno de amor salvífico. Su pueblo, lleno de ingratitud, le responde desobedeciéndolo. Nosotros, hoy, la nueva viña, ¿cómo le respondemos?
"Voy a cantar en nombre de mi amigo un canto de amor a su viña. Mi amigo tenía una viña en fértil colina. Cavó la tierra, quitó las piedras, y plantó cepas construyó en medio una torre y cavó un lagar dónde hacer el vino. Y esperó que diese buenas uvas, pero dio racimos amargos. Pues bien, habitantes de Jerusalén, hombres de Judá, por favor, sean jueces entre mí y mi viña. ¿Qué más cabía hacer por mi viña que yo no lo haya hecho? ¿Por qué, esperando que diera buenas uvas, dio racimos amargos? Pues ahora les diré a ustedes lo que voy a hacer con mi viña: le quitaré su valla para que sirva de pasto, derribaré su tapia para que la pisoteen. La dejaré arrasada: no la podarán ni la desyerbarán, crecerán zarzas y espinos; prohibiré a las nubes que lluevan sobre ella. La viña del Señor de los ejércitos es el pueblo de Israel; son los hombres de Judá su plantación preferida. Esperó de ellos cumplimiento de la ley, y ahí tienen: asesinatos; esperó justicia, y ahí tienen, lamentos".
SALMO 79
La viña del Señor es el pueblo de Israel
SEGUNDA LECTURA: Flp 4, 6-9
Pablo nos impulsa a ser hombres y mujeres que encuentran en sus caminar de fe, muchas razones para alabar a Dios y muchos signos de su presencia entre los seres humanos.
"Hermanos: Que nada los angustie; al contrario, en cualquier situación presenten sus deseos a Dios, orando, suplicando y dando gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús. Finalmente, hermanos, tengan en cuenta todo lo que es verdadero, noble, justo, puro, amable, laudable, todo lo que es virtud o mérito, ténganlo en cuenta. Practiquen asimismo lo que han aprendido y recibido, lo que han oído y visto en mí. Y el Dios de la paz estará con ustedes".
ALELUYA
"Yo os he elegido del mundo, para que vayan y den fruto, y su fruto dure, dice el Señor"
EVANGELIO: Mt 21, 33-43
Jesús llama nuevamente a Israel para hacer una evaluación de su caminar y de su respuesta a Dios y a los hombres. La vocación a ser pueblo de Dios, es una responsabilidad, un don y una tarea.
Dijo Jesús a los sacerdotes y a los ancianos del pueblo: "Escuchen otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar para hacer el vino, construyó la casa del guardián, la arrendó a unos viñadores y se fue de viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, envió a sus criados a los viñadores, para recoger los frutos que le correspondían. Pero los viñadores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon. Envió de nuevo otros criados, en mayor número que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último, les mandó a su hijo, diciéndose: "Tendrán respeto a mi hijo". Pero los viñadores, al ver al hijo, se dijeron: "Este es el heredero: lo matamos y nos quedamos con su herencia". Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron. Y, ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos viñadores?" Le contestaron: "Hará morir sin compasión a esos malvados y arrendará la viña a otros viñadores, que le entreguen los frutos a su tiempo". Y Jesús le dice: "¿No han leído nunca en la Escritura: "La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente?" Por eso les digo que se les quitará a ustedes el reino de Dios y se les dará a un pueblo que produzca sus frutos".
PILDORITA SALUDABLE
Ecl 2, 13: "¡Ay de los corazones débiles, que no tienen confianza! ¡Dios no los protegerá!"

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