A LOS 120 AÑOS DE LA LLEGADA DE LOS SALESIANOS/AS AL PERU
La Beneficencia cambió de parecer. Hizo una nueva propuesta: «Quisiera la Beneficencia darnos el Colegio de los huérfanos (la mayor parte hijos ilegítimos y expósitos). Es un edificio magnífico, con 4 grandes patios y 1 o 2 cuadras de terreno; amplios salones y dormitorios, etc. en otra extremidad de la Ciudad, cerca de la Iglesia de los SS. Corazones y del Colegio Belén donde se educan señoritas de la aristocracia». «En el colegio hay actualmente unos 100 niños, de los cuales sólo 25 ó 30 pasan de los 10 años y todos son asistidos y dirigidos por las hermanas de la Caridad. Hay una pequeña imprenta y zapatería, con Maestros externos». «Las Hermanas tienen su corazón muy apegado a este Colegio, por ser (como dicen) el mejor que posee el Perú. Tomándolo los salesianos con los auxilios de la Beneficencia y de los Particulares (...) podríamos hacer mucho y mientras tanto dar a conocer la Obra de Don Bosco». En el interim, la Beneficencia me pidió que recibiera en nuestra Casa (que haría arreglar y ampliar como yo quisiera) los que yo juzgara hábiles para instruirlos en el Catecismo, Historia Sagrada, lectura, escritura, Aritmética y... Agricultura o lo que yo quisiera». «Pienso contentarlos en parte, y, en parte, conservar nuestra libertad de acción, a saber, arreglar el actual edificio que nos han destinado para el Oratorio Festivo particularmente (...) y luego aceptar otros 6, o más pobres, con recomendación de Personas que puedan ayudar (...).Espero una palabra y determinación de S.S.».
Continuará...
"PORTA FIDEI" DE BENEDICTO XVI
Convocatoria al Año de la Fe, 2012
La fe crece creyendo.
8.- «Caritas Christi urget nos» (2ª Co 5,14): El amor de Cristo llena nuestros corazones y nos impulsa a evangelizar. Hoy como ayer, nos envía por el mundo para proclamar su Evangelio a todos los pueblos (Mt 28,19). Con su amor, Jesucristo atrae a los hombres de cada generación: en todo tiempo, convoca a la Iglesia para que anuncie el Evangelio, con un mandato siempre nuevo. Hoy es necesario un compromiso eclesial para la nueva evangelización para redescubrir la alegría de creer y el entusiasmo de comunicar la fe.
9.- La fe crece viviendo la experiencia de un amor que se recibe y se comunica como experiencia de gracia y gozo. Nos hace fecundos, porque ensancha el corazón en la esperanza y permite dar un testimonio fecundo: abre el corazón y la mente para acoger su Palabra y ser sus discípulos. Según San Agustín, los creyentes «se fortalecen creyendo».
Profesar, celebrar y testimoniar la fe públicamente.
10.- Redescubrir los contenidos de la fe profesada, celebrada, vivida y rezada, y reflexionar sobre el mismo acto con el que se cree, es un compromiso que todo creyente debe hacer propio, sobre todo en este Año.
11.- El cristiano no puede pensar nunca que creer es un hecho privado. La fe es decidirse a estar con el Señor para vivir con él, que nos lleva a comprender las razones por las que se cree. La fe, siendo un acto libre, exige la responsabilidad social de lo que se cree.
12.- No podemos olvidar que muchas personas en nuestro contexto cultural, aún no reconociendo en ellos el don de la fe, buscan con sinceridad el sentido último y la verdad definitiva de su existencia y del mundo. Esta búsqueda es un auténtico «preámbulo» de la fe, pues lleva a las personas al misterio de Dios. La misma razón del hombre lleva inscrita la exigencia de «lo que vale y permanece siempre».
Continuará...
"Un catequista les explicó a los niños la Ascensión del Señor. Luego les pide un dibujo sobre el tema. Uno de ellos, dibuja un avión con pasajeros. Llena de curiosidad l
e dice:
- "¿Por qué lo del avión?"
- "¿Y cómo va a subir Jesús al Cielo?"
- "¿Y los pasajeros?"
- "Ellos son los Apóstoles que le acompañan"
- "¿Y el que maneja el avión?"
- "¡Ah!, ese es PONCIO, EL PILOTO"
La Beneficencia cambió de parecer. Hizo una nueva propuesta: «Quisiera la Beneficencia darnos el Colegio de los huérfanos (la mayor parte hijos ilegítimos y expósitos). Es un edificio magnífico, con 4 grandes patios y 1 o 2 cuadras de terreno; amplios salones y dormitorios, etc. en otra extremidad de la Ciudad, cerca de la Iglesia de los SS. Corazones y del Colegio Belén donde se educan señoritas de la aristocracia». «En el colegio hay actualmente unos 100 niños, de los cuales sólo 25 ó 30 pasan de los 10 años y todos son asistidos y dirigidos por las hermanas de la Caridad. Hay una pequeña imprenta y zapatería, con Maestros externos». «Las Hermanas tienen su corazón muy apegado a este Colegio, por ser (como dicen) el mejor que posee el Perú. Tomándolo los salesianos con los auxilios de la Beneficencia y de los Particulares (...) podríamos hacer mucho y mientras tanto dar a conocer la Obra de Don Bosco». En el interim, la Beneficencia me pidió que recibiera en nuestra Casa (que haría arreglar y ampliar como yo quisiera) los que yo juzgara hábiles para instruirlos en el Catecismo, Historia Sagrada, lectura, escritura, Aritmética y... Agricultura o lo que yo quisiera». «Pienso contentarlos en parte, y, en parte, conservar nuestra libertad de acción, a saber, arreglar el actual edificio que nos han destinado para el Oratorio Festivo particularmente (...) y luego aceptar otros 6, o más pobres, con recomendación de Personas que puedan ayudar (...).Espero una palabra y determinación de S.S.».
Continuará...
"PORTA FIDEI" DE BENEDICTO XVI
Convocatoria al Año de la Fe, 2012
La fe crece creyendo.
8.- «Caritas Christi urget nos» (2ª Co 5,14): El amor de Cristo llena nuestros corazones y nos impulsa a evangelizar. Hoy como ayer, nos envía por el mundo para proclamar su Evangelio a todos los pueblos (Mt 28,19). Con su amor, Jesucristo atrae a los hombres de cada generación: en todo tiempo, convoca a la Iglesia para que anuncie el Evangelio, con un mandato siempre nuevo. Hoy es necesario un compromiso eclesial para la nueva evangelización para redescubrir la alegría de creer y el entusiasmo de comunicar la fe.
9.- La fe crece viviendo la experiencia de un amor que se recibe y se comunica como experiencia de gracia y gozo. Nos hace fecundos, porque ensancha el corazón en la esperanza y permite dar un testimonio fecundo: abre el corazón y la mente para acoger su Palabra y ser sus discípulos. Según San Agustín, los creyentes «se fortalecen creyendo».
Profesar, celebrar y testimoniar la fe públicamente.
10.- Redescubrir los contenidos de la fe profesada, celebrada, vivida y rezada, y reflexionar sobre el mismo acto con el que se cree, es un compromiso que todo creyente debe hacer propio, sobre todo en este Año.
11.- El cristiano no puede pensar nunca que creer es un hecho privado. La fe es decidirse a estar con el Señor para vivir con él, que nos lleva a comprender las razones por las que se cree. La fe, siendo un acto libre, exige la responsabilidad social de lo que se cree.
12.- No podemos olvidar que muchas personas en nuestro contexto cultural, aún no reconociendo en ellos el don de la fe, buscan con sinceridad el sentido último y la verdad definitiva de su existencia y del mundo. Esta búsqueda es un auténtico «preámbulo» de la fe, pues lleva a las personas al misterio de Dios. La misma razón del hombre lleva inscrita la exigencia de «lo que vale y permanece siempre».
Continuará...
"Un catequista les explicó a los niños la Ascensión del Señor. Luego les pide un dibujo sobre el tema. Uno de ellos, dibuja un avión con pasajeros. Llena de curiosidad l
e dice:- "¿Por qué lo del avión?"
- "¿Y cómo va a subir Jesús al Cielo?"
- "¿Y los pasajeros?"
- "Ellos son los Apóstoles que le acompañan"
- "¿Y el que maneja el avión?"
- "¡Ah!, ese es PONCIO, EL PILOTO"
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