¿ES NECESARIO QUE VENGAS?
¿Tiene sentido un "Salvador" para el hombre del tercer milenio, que ha alcanzado la Luna y Marte y quiere conquistar el universo; e investiga los secretos de la naturaleza y descifra los códigos del genoma humano; para el inventor de la comunicación interactiva, del Internet y que ha convertido la Tierra en una aldea global?
[Sí tiene sentido], porque todavía se muere de hambre, sed, enfermedad y pobreza en este tiempo consumista y desenfrenado. Siguen los esclavizados, explotados y ofendidos en su dignidad; siguen los odiados racial y religiosamente, sin libertad para profesar su fe por intolerancias, discriminaciones, injerencias políticas y coacciones físico-morales. Siguen los que destrozados, en especial niños, por las armas, el terrorismo y la, violencia, en una época en que se proclama el progreso, la solidaridad y la paz. ¿Qué decir de los sin esperanza, obligados a emigrar busca de una mejor vida?
¿Qué decir de los desilusionados por fáciles profetas de felicidad que caen en la soledad, alcohol, droga, suicidio?
¿Cómo no pensar que, desde el fondo de esta humanidad placentera y desesperada, surge una desgarradora petición de ayuda?
ES NAVIDAD: hoy entra en el mundo "la luz verdadera, que alumbra a todo hombre" (Jn 1,9). "La Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros" (Jn 1,14). Hoy, Cristo viene de nuevo "entre los suyos" y, a quienes lo acogen, les da "poder para ser hijos de Dios", de ver la gloria divina y de compartir la alegría del Amor, que en Belén se ha hecho carne por nosotros. Esta época postmoderna necesita aún más un Salvador: Ésta sociedad se ha complejizado haciéndose más insidiosas las amenazas para su integridad personal y moral. ¿Quién lo defenderá? Sólo Aquél que lo ama hasta sacrificando en la cruz a su Hijo unigénito como Salvador del mundo.
CONCLUSION. Hermanos(as) dondequiera se encuentren, que les llegue este mensaje de alegría y de esperanza: Dios se ha hecho hombr
e en Jesucristo; ha nacido de la Virgen María y renace hoy en la Iglesia. Él es quien lleva a todos el amor del Padre celestial. ¡Él es el Salvador del mundo!. No teman, ábranle el corazón, acójanlo, para que su Reino de amor y de paz se convierta en herencia común de todos. MENSAJE DE NAVIDAD DE BENEDICTO XVI (extracto).
¡SI, TE NECESITAMOS!
¿Tiene sentido un "Salvador" para el hombre del tercer milenio, que ha alcanzado la Luna y Marte y quiere conquistar el universo; e investiga los secretos de la naturaleza y descifra los códigos del genoma humano; para el inventor de la comunicación interactiva, del Internet y que ha convertido la Tierra en una aldea global?
[Sí tiene sentido], porque todavía se muere de hambre, sed, enfermedad y pobreza en este tiempo consumista y desenfrenado. Siguen los esclavizados, explotados y ofendidos en su dignidad; siguen los odiados racial y religiosamente, sin libertad para profesar su fe por intolerancias, discriminaciones, injerencias políticas y coacciones físico-morales. Siguen los que destrozados, en especial niños, por las armas, el terrorismo y la, violencia, en una época en que se proclama el progreso, la solidaridad y la paz. ¿Qué decir de los sin esperanza, obligados a emigrar busca de una mejor vida?
¿Qué decir de los desilusionados por fáciles profetas de felicidad que caen en la soledad, alcohol, droga, suicidio?
¿Cómo no pensar que, desde el fondo de esta humanidad placentera y desesperada, surge una desgarradora petición de ayuda?
ES NAVIDAD: hoy entra en el mundo "la luz verdadera, que alumbra a todo hombre" (Jn 1,9). "La Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros" (Jn 1,14). Hoy, Cristo viene de nuevo "entre los suyos" y, a quienes lo acogen, les da "poder para ser hijos de Dios", de ver la gloria divina y de compartir la alegría del Amor, que en Belén se ha hecho carne por nosotros. Esta época postmoderna necesita aún más un Salvador: Ésta sociedad se ha complejizado haciéndose más insidiosas las amenazas para su integridad personal y moral. ¿Quién lo defenderá? Sólo Aquél que lo ama hasta sacrificando en la cruz a su Hijo unigénito como Salvador del mundo.
CONCLUSION. Hermanos(as) dondequiera se encuentren, que les llegue este mensaje de alegría y de esperanza: Dios se ha hecho hombr
e en Jesucristo; ha nacido de la Virgen María y renace hoy en la Iglesia. Él es quien lleva a todos el amor del Padre celestial. ¡Él es el Salvador del mundo!. No teman, ábranle el corazón, acójanlo, para que su Reino de amor y de paz se convierta en herencia común de todos. MENSAJE DE NAVIDAD DE BENEDICTO XVI (extracto).¡SI, TE NECESITAMOS!
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