Lima, 04-03-2012 / Año 108 - Nº 5604

120 AÑOS DE SALESIANOS(AS) EN EL PERU
(2) SOR ROSA DEVALLE
(Continuación)
El 1895 pasó a la casa de Lima-Breña permaneciendo 2 años, entregándose totalmente a su misión. En 1898 se ensayó como misionera en las haciendas agrícolas de Hoja Redonda, ambiente propicio para sus actitudes y habilidades. La obra duró muy poco. Por 2 años pasó al Callao y luego nuevamente a Lima-Breña, por 1 año. Aquí, Monseñor Costamagna la designará como misionera en Gualaquiza en el Oriente ecuatoriano, partiendo en septiembre de 1902 con la directora Sor Teresa Tapparello, compañera en la expedición de 1891 y una novicia peruana. En una carta a la Superiora General, Madre Caterina Daghero, 14 de setiembre de 1902, Sor Rosa le informa con detalles todas las peripecias del viaje. Éste, que debía de durar 15 días, se prolongó por 3 meses. Así concluye: "Oh, madre amadísima, de veras que Gualaquiza es un verdadero purgatorio, sea por los insectos que nos atormentan, como también por el alimento, etc. Desayuno: maíz cocido y plátanos, almuerzo: plátanos tanto en la sopa como en el segundo y como fruta, junto con habas cocidas. Igualmente, en la noche". Concluye: "Con todo esto, estoy más feliz que una princesa. La única preocupación es tener que cocinar para los Padres y no tenerlo necesario".
MENSAJE DE BENEDICTO XVI - JORNADA DE LA PAZ
"SI QUIERES PROMOVER LA PAZ, PROTEGE LA CREACION" (Extracto)
14.
La búsqueda de la paz para todos los de buena voluntad se verá facilitada por el reconocimiento común que existe entre Dios, los seres humanos y toda la creación. Los cristianos ofrecen su propia aportación, iluminados por la Revelación y la Tradición de la Iglesia. Consideran el cosmos y sus maravillas a la luz de la obra creadora del Padre y de la redención de Cristo, que, con su muerte y resurrección, ha reconciliado con Dios «todos los seres: los del cielo y los de la tierra» (Col 1,20). Cristo, crucificado y resucitado, ha entregado a la humanidad su Espíritu santificador, que guía el camino de la historia, en espera del día en que, con la vuelta gloriosa del Señor, serán inaugurados «un cielo nuevo y una tierra nueva» (2P 3,13), en los que habitarán por siempre la justicia y la paz. Por tanto, proteger el entorno natural para construir un mundo de paz es un deber de cada persona, desafío urgente que se ha de afrontar de modo unánime con un renovado empeño; oportunidad providencial para dar a las nuevas generaciones un futuro mejor para todos. Que los responsables de las naciones sean conscientes de ello, así como los que, en todos los ámbitos, se interesan por el destino de la humanidad: la salvaguardia de la creación y la consecución de la paz son realidades íntimamente relacionadas entre sí. Por eso, invito a todos los creyentes a elevar una ferviente oración a Dios, Creador todopoderoso y Padre de misericordia, para que en el corazón de cada hombre y de cada mujer resuene, se acoja y se viva el apremiante llamamiento: Si quieres promover la paz, protege la creación. Continuará...

Esta era una viejita tan fea, pero tan fea, que cuando iba a salir a la calle, se daba ánimos preguntándole a su teléfono malogrado:
- ¿Quién es la viejita más linda del mundo?
- Y el teléfono le respondía: ¡Tu, tu, tu, tu, tu!
- Ja, ja, ja…

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