Fundado: 24-04-1904 Lima, 27-05-2012 / Año 108 - Nº 5616 - 4000 ejemplares

SIN AMOR, LA HUMANIDAD MUERE DE FRÍO

El amor es una palabra maravillosa y con intenso contenido inagotable. No pasa de moda. Siempre está vigente, aunque los siglos transcurran por ella. Jamás aburre. Es perseguida y suspirada por los adolescentes. Los jóvenes dan la vida por él. Los adultos encuentran en el amor el sentido de sus vidas y los mayores adquieren la fortaleza para seguir viviendo. Es tan misterioso que se transforma como en un otro yo, en otra persona. Las madres lo repiten frecuentemente cuando ven a sus hijos inquietos: ¡Ya les nació, ya les llegó el amor! ¡El amor los ha vuelto locos! Y todo esto, no es una invención o una poesía... es la pura constatación de esa indefinible experiencia misteriosa en lo más profundo del ser: LA REALIDAD AMOR ¡Es tan fecundo que engendra y concibe la vida! ¡Es tan intenso que hace héroes! ¡Es tan fuerte que produce mártires! ¡Es tan sublime que cultiva santos! ¡Es tan suave y agradable que inyecta en las almas la alegría, el entusiasmo y la paz!

Si eso produce el amor humano ¿Qué diremos del AMOR DIVINO? Ahora llegamos a entender "alguito" cuando Jesús nos dice que en Dios ese amor es una PERSONA DIVINA, llamada el Espíritu Santo. Por eso Jesús, luego de su Ascensión a los Cielos, lo envía para que haga realidad su obra de Redención realizada históricamente, "ayer, hoy y siempre". Por ello, el Espíritu Santo tiene esos roles para espiritualizar y divinizar el Amor Humano. Sólo con este AMOR, LA HUMANIDAD QUEDARÁ DEFINITIVAMENTE RESTAURADA y capacitada, con el ejercicio de su libertad, para merecer vivir siempre en Dios, luego de su muerte... ¿CÓMO ES TU AMOR?