Lima, 03-06-2012 / Año 108 - Nº 5617

SANTÍSIMA TRINIDAD
Hoy nos acercamos a nuestro Dios que no sólo es trascendente sino también cercano. Es Dios-Palabra revelada en Jesús que nos acompaña en nuestra historia con la fuerza de su Espíritu. Hoy es la fiesta de la Santísima Trinidad, demos gracias al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo que nos acompañan a descubrir la gloria de Dios en la dignidad y libertad del hombre.
PRIMERA LECTURA: Dt 4, 32-34.39-40
Nos transmite la vivencia de Israel, con el Dios único y verdadero que se reveló en medio de su historia, y lo compromete con Él y con los hombres.
"Moisés habló al pueblo diciendo: «Pregunta, pregunta a los tiempos antiguos que te han precedido, desde el día en que Dios creó al hombre sobre la tierra: ¿Hubo jamás desde un extremo al otro del cielo palabra tan grande como ésta?; ¿Se oyó cosa semejante?; ¿Hay algún pueblo que haya oído, como tú has oído, la voz del Dios vivo, hablando desde el fuego, y haya sobrevivido?; ¿Algún dios intenta jamás venir a buscarse una nación entre otras por medio de pruebas, signos, prodigios y guerra, con mano fuerte y brazo poderoso, con terribles portentos, como todo lo que el Señor, su Dios, hizo con ustedes en Egipto, ante sus ojos? Reconoce, pues, hoy y medita en tu corazón, que el Señor es el único Dios, allá arriba en el cielo, y aquí abajo en la tierra; no hay otro. Guarda los preceptos y mandamientos que yo te prescribo hoy, para que seas feliz, y tus hijos después de ti, y prolongues tus días en el suelo que el Señor, tu Dios, te dará para siempre»".
SALMO 32
Respondemos: "Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor"
SEGUNDA LECTURA: Rm 8, 14-17
Pablo nos anuncia la realidad de ese Dios, que es diversidad y comunión y que nos impulsa a dejar que se realice en nosotros el proyecto de ser sus hijos e hijas.
"Hermanos: Todos los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios. No han recibido ustedes un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar: «¡Abba!» (Padre). Ese mismo Espíritu se une a nuestro espíritu para juntos dar testimonio que somos hijos de Dios y coherederos con Cristo, ya que sufrimos con él para ser también con él, glorificados".
ALELUYA:
"Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, Al Dios que es, que era y que viene"
EVANGELIO: Mt 28, 16-20
La misión dada por Cristo a su Iglesia es proclamar y sumergir a todos los hombres en el amor del Padre, en la gracia del Hijo y en la comunión del Espíritu y anunciar que este Dios siempre viene con nosotros.
"En Aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús le había indicado. Al verlo, ellos se postraron y le adoraron, pero algunos dudaban. Acercándose a ellos, Jesús les dijo: «Se me ha dado todo pleno poder en el Cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado. Y sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo»".
PILDORITA SALUDABLE
Ecl 3, 29: "El corazón inteligente medita los proverbios y el sabio desea tener un oído atento"

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