Fundado: 24-04-1904 Lima, 16-09-2012 / Año 108 - Nº 5632 - 4000 ejemplares

¡SIN MI TOCADOR, MI INTERNET Y MI CELU... SOY UN DON NADIE!
Así me contaba un papá repitiéndome "como un slogan" lo que sus hijos en plena adolescencia y juventud, le decían. En efecto, no sólo los adolescentes, sino todos, a lo largo de nuestra vida, nos aferramos a SUSTITUTOS distrayéndonos de lo que en realidad SOMOS. Ni el tocador, ni el internet, ni el celular NOS VAN A DEFINIR. Sin embargo, pareciera que el mundo se viene abajo cuando esto nos falta. Como que la soledad nos invade, nos desesperamos y la "DEPRE" los asalta. Creo que estamos olvidando lo más importante, lo que nos ubica en la realidad de este mundo. En "criollo", deberíamos preguntarnos: ¿QUIÉNES SOMOS? ¿SOMOS CAPACES DE DEFINIRNOS? ¿PARA QUE EXISTIMOS? ¿CUÁL ES MI LUGAR EN ESTE MUNDO? Al final de nuestra vida ¿ESTAREMOS SATISFECHOS DE HABER VIVIDO?
En el Evangelio de hoy, Jesús les hace esta valiente pregunta a sus apóstoles: "¿Quién dice la gente que soy Yo? Y luego les pregunta directamente: ¿QUIÉN SOY YO PARA USTEDES? La respuesta acertada es la de Pedro: "TÚ ERES EL MESÍAS, EL HIJO DE DIOS".
Esta valentía de Jesús la deberíamos tener nosotros para preguntarnos, de una vez por todas, ¿QUIÉNES SOMOS?. Y preguntarle a nuestros padres, a nuestros hermanos, a nuestros amigos, a nuestros profesores... ¿QUÉ DICEN DE NOSOTROS?. Pero, tal vez, tenemos miedo, nos cuesta, nos causa sufrimiento que nos digan la verdad, pues, en el fondo, no queremos que rompan "nuestra cajita de cristal" en la que estamos refugiados.
Creo que es necesario sincerarnos y enfrentar la realidad de lo que somos y de lo que queremos ser, sin refugios, sin evasiones, sin compensaciones, sin disculpas, sin racionalizaciones...
¿ESTAMOS DISPUESTOS? ¡INTENTÉMOSLO!

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