Fundado: 24-04-1904 Lima, 18-11-2012 / Año 108 - Nº 5641 - 4000 ejemplares


¡QUERAMOS, O NO, LA VIDA EMPIEZA Y ACABA!
Científicamente, todo lo que empieza, acaba. El mundo apareció, sin precedentes. Lógicamente, ha tenido una causa que lo ha producido. Que haya sido el "Bing Bang", o la "Partícula de Dios" para la creación, "o, qué se yo"; lo importante es que este universo-mundo existe y en él, LA VIDA. Sin la vida NADA TIENE SENTIDO. Lo real: Tenemos conciencia de nuestro "hábitat", gozamos de esta vida y estamos en un punto del maravilloso mundo. ¿Por qué nos angustiamos si acabará o no? Ya este "acabarse", sucede con nuestra muerte. Lo importante, es vivir de acuerdo a los principios impulsores que los llevamos dentro: "Has el bien, no hagas el mal". De esos principios brotan los derechos y deberes de los hombres. Estos, a su vez, se especifican en los 10 mandamientos, primera Ley divina; y en las Constituciones y Normas de los pueblos, como Leyes humanas. Todos son una ayuda para regular nuestras relaciones con Dios y entre nosotros. Así, viviremos como una gran familia, amándonos, comprendiéndonos, soportándonos, perdonándonos, ayudándonos, compartiendo y siendo solidarios.
Quienes no acepten esta realidad, caerán en la depresión-desesperación, pues sus anhelos internos, con sabor a eternidad, no se cumplirán en este mundo. Desilusionados, muchos acabarán con el suicidio. Otros, tildándose de "realistas", "objetivistas", o, "con los pies en la tierra", se llamarán agnósticos: no pensarán en el pasado, pues, "ya fue"; ni en el futuro, pues se lo ignoran. Sólo pensarán en el presente para VIVIRLO, GOZARLO y "SACARLE EL JUGO". Al final, quedarán tan insatisfechos y desilusionados como los primeros. La otra postura, es la de Jesús. Estamos aquí para construirlo como preámbulo y preparación al verdadero Mundo-Reino, que conquistaremos después de la muerte.
El proceso es este. PARA ESTE MUNDO: empezamos en la familia, bien protegidos, aprendiendo lo elemental. Luego pasamos al Colegio, a los Institutos, a las Universidades, preparándonos para esta vida. PARA LA VIDA ETERNA, de la que provenimos y a la que deberemos retornar, Jesús nos lo enseña: Con el ejercicio de las Obras de caridad, San Mateo 25, 31-46: "Tuve hambre y ME diste de comer... Desnudo y ME vestiste... enfermo y ME curaste... sin casa y ME hospedaste... etc. ¿Por qué?
Porque, haciéndolo con el "necesitado", lo hemos hecho con Jesús.
¡PIÉNSALO! y ¡PRACTÍCALO!

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