Fundado: 24-04-1904 Lima, 02-12-2012 / Año 108 - Nº 5643 - 4000 ejemplares

VIVAMOS EL "HOY" DEL MUNDO. NO PENSEMOS EN SU FIN.
Así piensan "los de la vida alegre". No se hacen problemas ni caen en "depresiones" pensando en un final caótico y "cataclísmico". La vida es para vivirse. ¿Para qué atormentarnos pensando en el futuro? Y esto sucede también a nuestros jovencitos, que por serlos, deberían estar proyectados hacia el futuro, atraídos por EL IDEAL DE SUS VIDAS. Está en el subconsciente un deseo de llenar este abismo de vacío con la búsqueda de "absolutos" que les den seguridad. Hoy, tenemos un ejemplo fresquito: la incontrolable atracción de nuestra muchachada por ver, participar, vivir el "acontecimiento" de la orquesta de los coreanos. Muchos "han hecho cola" por varios días para conseguir sus entradas. No les importó trasnochar, pasar frío, comer mal, etc. Lamentablemente, esto es efímero, pasajero. Y ¿qué queda para después? Sin darnos cuenta seguimos retornando a la actitud del libro de la Sabiduría (unos 50 a 100 antes de Cristo): "Corta es y triste nuestra vida; no hay remedio en la muerte del hombre ni se sabe de nadie que haya vuelto del Hades. Por azar llegamos a la existencia y luego seremos como si nunca hubiéramos sido.... Venid, pues, y disfrutemos de los bienes presentes, gocemos de las criaturas con el ardor de la juventud. Hartémonos de vinos exquisitos y de perfumes, no se nos pase ninguna flor primaveral coronémonos de rosas antes que se marchiten... Oprimamos al justo pobre, no perdonemos a la viuda, no respetemos las canas del anciano... Tendamos lazos al justo, que nos fastidia. Se enfrenta a nuestro modo de obrar, nos echa en cara faltas contra la Ley nos culpa de nuestra falta la educación... Es un reproche de nuestros criterios, su sola presencia nos es insufrible... Se ufana de tener a Dios por Padre... Sometámosle al ultraje y al tormento para conocer su temple y probar su entereza. Condenémosle a una muerte afrentosa, pues, según él, Dios le visitará" (Sb 2, 1-20).
Hoy, Jesús en el Evangelio nos da la clave: Él vendrá por segunda vez y hay que estar preparados: "Estén siempre vigilantes y oren en todo tiempo, para escapar de todo lo que ha de ocurrir y puedan mantenerse en pie ante el Hijo del hombre". Todo lo demás, será inútil y pérdida de tiempo.
¡PIENSALO HERMANO!

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