3.
La paz concierne a la persona humana en su integridad e implica la
participación de todo el hombre. Se trata de paz con Dios viviendo según su
voluntad. Paz interior con uno mismo, y paz exterior con el prójimo y con toda
la creación. Comporta principalmente, como escribió el beato Juan XXIII en la Encíclica Pacem in
Terris, de la que dentro de pocos meses se cumplirá el 50 aniversario, la
construcción de una convivencia basada en la verdad, la libertad, el amor y la
justicia. La negación de lo que
constituye la verdadera naturaleza del ser humano en sus dimensiones
constitutivas, en su capacidad intrínseca de conocer la verdad y el bien y, en
última instancia, a Dios mismo, pone en
peligro la construcción de la paz. Sin la verdad sobre el hombre, inscrita en
su corazón por el Creador, se menoscaba la libertad y el amor, la justicia
pierde el fundamento de su ejercicio.
Para
llegar a ser un auténtico trabajador por la paz, es indispensable cuidar la dimensión trascendente y el
diálogo constante con Dios, Padre misericordioso, mediante el cual se
implora la redención que su Hijo Unigénito nos ha conquistado. Así podrá el
hombre vencer ese germen de oscuridad y de negación de la paz que es el pecado
en todas sus formas: el egoísmo y la violencia, la codicia y el deseo de poder
y dominación, la intolerancia, el odio y las estructuras injustas.
Continuará...
- ¿Qué les dice el jefe a su grupo de gusanos cuando caen en un plato de tallarines?
- Hermanos: ¡CONSERVEMOS LA LÍNEA !
Ja, ja,
ja...
EL CREDO
PRIMERA
CATEQUESIS DEL PAPA
Vaticano,
23 enero - ACI
1.
En este Año de la fe, hoy me gustaría empezar a reflexionar juntos sobre el
Credo, la solemne profesión de fe que acompaña nuestras vidas como creyentes.
El Credo comienza así: "Creo en Dios". Es una afirmación fundamental,
aparentemente simple en su esencialidad, que sin embargo abre al mundo infinito
de la relación con el Señor y con su misterio. Creer en Dios implica adhesión a Dios, acogida de su Palabra y
obediencia gozosa a su revelación.
Como enseña el Catecismo de la Iglesia Católica :
"La fe es un acto personal: la respuesta libre del hombre a la iniciativa
de Dios que se revela" (n. 166). Poder decir que se cree en Dios es, por
lo tanto, un don y un compromiso al mismo tiempo, es gracia divina y
responsabilidad humana, en una experiencia de diálogo con Dios, que, por amor,
"habla a los hombres como amigo" (Dei Verbum, 2), nos habla para que,
en la fe y con la fe, podamos entrar en comunión con Él.
PILDORITA
SALUDABLE
Ecl 5,
4: "No digas: «Pequé y nada sucedió». Lo que pasa es que Dios es muy
paciente"
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