Lima, 03-02-2013 / Año 108 - Nº 5652

DOMINGO IV DEL TIEMPO ORDINARIO
La sensación de "no lograr nada": el no ver el resultado de nuestros esfuerzos pueden llevarnos a la tristeza, a la frustración, a la tentación de "abandonarlo todo". Frente a esto, el Señor nos dice: No te derrotarán: Yo estoy contigo. La Palabra de Dios nos invita a ser valientes y a no decaer.
PRIMERA LECTURA: Jr 1, 4-5.17-19
Jeremías nos desafía y nos transmite su experiencia y ministerio de profeta: la vocación y misión de la Iglesia hoy, en el mundo, asumiendo todos los riegos.
"En tiempos del rey Jeremías, recibí esta palabra del Señor: «Antes de formarte en el vientre materno, te escogí; antes de que salieras del seno materno, te consagré: té nombré profeta de las naciones. Y Tú, ármate de valor, ponte de pie y diles lo que yo te mando. No les tengas miedo, que si no, yo te haré temblar ante ellos. Mira; yo te convierto hoy en ciudad fortificada, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y príncipes de Judá, frente a los sacerdotes y a la gente del campo. Lucharán contra ti, pero no te vencerán, porque yo estoy contigo para liberarte»".
SEGUNDA LECTURA: Co 12, 31- 13,13
Pablo nos reta a recorrer el camino de la caridad, clave para discernir nuestro ser y actuar como cristianos. Sólo así, nuestras vidas tendrán sentido.
"Hermanos: Ambicionen los carismas mejores. Y aún les voy a mostrar un camino más excelente. Ya podría yo hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles; si no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o unos platillos que aturden. Ya podría tener el don de profecía y conocer todos los secretos y todo el saber, podría tener fe como para mover montañas; si no tengo amor, no soy nada. Podría repartir en limosnas todo lo que tengo y aun dejarme quemar vivo; si no tengo amor, de nada me sirve. El amor es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es grosero ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El amor no pasa nunca ¿El don de profecía?, se acabará. ¿El don de lenguas?, enmudecerá. ¿El saber? Se acabará. Porque limitado es nuestro saber y limitada es nuestra profecía; pero, cuando venga lo perfecto, lo limitado se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño. Cuando me hice un hombre acabé con las cosas de niño. Ahora vemos confusamente en un espejo; entonces veremos cara a cara. Mi conocer es por ahora limitado; entonces podré conocer como Dios me conoce. En una palabra, quedan tres cosas: la fe, la esperanza, el amor, pero la más grande de todas es el amor".
LECTIO DIVINA: Lc 4, 21-30
Lucas nos coloca frente a la reacción de nuestra humanidad que no acepta en Jesús de Nazaret al Hijo de Dios, que busca eliminarlo de su historia y proyecto.
"En aquel tiempo, comenzó Jesús a decir en la sinagoga: «Hoy se cumple esta Escritura que acaban de oír». Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios. Y decían: «¿No es éste el hijo de José?» Y Jesús les dijo: «Sin duda me recitarán aquel refrán: 'Médico, cúrate a ti mismo'; haz también aquí en tu tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaúm». Y añadió: «Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra. Les garantizo que en Israel había muchas viudas en tiempos de Elías, cuando no hubo lluvia del cielo tres años y seis meses, y el hambre azotó a todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidán. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio». Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo sacaron fuera del pueblo y lo llevaron a un barranco del monte sobre el que estaba edificada la ciudad con intención de despeñarlo. Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino".
PREGUNTAS:
1. ¿POR QUÉ DICE JESÚS, "HOY SE CUMPLE ESTA ESCRITURA EN MI"?
2. ¿POR QUÉ JESÚS, SIENDO TAN BUENO Y SINCERO, NO FUE ACEPTADO POR SU PUEBLO?
3. ¿CÓMO SE APLICA EN TU VIDA EL REFRÁN: "MÉDICO, CÚRATE A TI MISMO"?

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