Los
fariseos criticando a Jesús, le dan su mayor elogio: "Recibe a pecadores y
come con ellos". Somos pecadores; pero Jesús nos muestra la misericordia
del Padre que nos espera para perdonarnos y armar una fiesta: estábamos muertos
y hemos resucitado.
PRIMERA LECTURA: Jos 5, 9a.10-12
Josué nos narra la entrada a la Tierra Prometida
y cómo comenzaron a beneficiarse de las promesas de Dios hecha a los
patriarcas, desde Abraham.
"En aquellos días, el Señor dijo a
Josué: «Hoy les he quitado de encima el oprobio que sufrieron en Egipto». Los
israelitas acamparon en Guilgal y celebraron la Pascua al atardecer del día
catorce del mes, en la llanura de Jericó. Al día siguiente de la pascua, ese
mismo día, comieron del fruto de la tierra: pan sin levadura y trigo tostado.
Cuando comenzaron a comer del fruto de la tierra, dejó de caer el maná. Los
israelitas ya no tuvieron más el maná, sino que aquel año comieron de la
cosecha de la tierra de Canaán".
RECUERDA:
"Quién
no ama a Dios no puede amar: ni así mismo, ni a su familia, ni a sus amigos ni
a su patria".
SEGUNDA LECTURA: 2 Co 5, 7-21
Pablo nos anima a reconciliarnos entre nosotros y con Dios, pues
Cristo ya inició ese proceso desde la cruz.
"El que es de Cristo es una criatura
nueva. Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado. Todo esto viene de Dios,
que por medio de Cristo nos reconcilió consigo y nos encargó el ministerio de
la reconciliación. Es decir, Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo
consigo, sin pedirle cuentas de sus pecados, y a nosotros nos ha confiado la
palabra de la reconciliación. Por eso, nosotros actuamos como enviados de
Cristo, y es como si Dios mismo los exhortara por medio de nosotros. En nombre
de Cristo les pedimos que se reconcilien con Dios. Al que no había pecado Dios
lo hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos
la salvación de Dios".
PILDORITA
SALUDABLE
Ecl 5, 9:
"No avientes el trigo a cualquier viento, ni camines en cualquier
dirección"
No hay comentarios:
Publicar un comentario