Fundado: 24-04-1904 Lima, 07-04-2013 / Año 108 - Nº 5661 - 4000 ejemplares

¡SI QUIERES LA PAZ, PREPÁRATE PARA LA GUERRA!
El antiguo adagio latino «SI VIS PACEM, PARA BELLUM» = «Si quieres la paz, prepárate para la guerra», proviene de un antiguo texto romano, aplicado erróneamente a Julio César, en el "Epítoma reI militaris" (Compendio de asuntos militares), escrito por Flavio Vegecio a fines del siglo IV de nuestra era. Escribió: «Así pues, el que desee la paz, que se prepare para la guerra. Quien quiera conseguir la victoria, que entrene a sus soldados con diligencia. Quien aspire al éxito que luche con estrategia, y no lo deje al azar. Nadie se atreve a provocar u ofender a quien ve como superior en el combate». (Flavius Vegetius Renatus, Epitoma rei militaris, 3. Praef.).
Este consejo ha sido tomado en cuenta por personas, familias, aldeas, tribus, pueblos, ciudades y países. En este mundo una de las mejores formas de disuadir a nuestros enemigos que nos ataquen, es fortaleciéndonos. Lo mejor será prepararse para la guerra, para el combate, y así tendremos más posibilidades de mantener la paz. ¿Qué es el "bullying"? Es el acoso, la persecución escolar de alumnos contra un alumno débil, a veces con fatales consecuencias. Por experiencia, he constatado que, humanamente, la única manera de vencerlo es preparándonos "para la guerra". Y, a veces, un buen puñetazo acabará con todo, sino vean las películas de "Karate Kid"... Y ¿qué decir del comportamiento, a veces salvaje, de las "pandillas", las "maras", etc.? Hoy, estamos viviendo la pesadilla de una amenaza de guerra nuclear entre Corea del Norte y Corea del Sur, armándose "hasta los dientes". No hay caso, seguimos en las era de la selva, y en la era de los romanos...
Menos mal, que el Evangelio de hoy nos da el verdadero significado de LA PAZ: es el fruto de la Redención de Jesús, es el resultado de la entrega de su vida en la muerte de Cruz, para salvarnos. La consiguió, NO ARMÁNDOSE, SINO PERDONANDO: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen" (Lc 23,34), y en otro lugar: "Mi paz no es como la da el mundo" (Jn 14,27), sino que brota del amor, de la comprensión, del perdón, de la entrega total por la salvación del otro (¡como lo hace la madre!; ¡pero según la escala de Dios).¿LO PENSASTE ALGUNA VEZ?

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