Fundado: 24-04-1904 Lima, 31-03-2013 / Año 108 - Nº 5660 - 4000 ejemplares

¿VERDADERAMENTE HA RESUCITADO?
Es el Milagro de los Milagros y es el más grande de los Misterios. Los milagros más relevantes que hizo Jesucristo durante su vida fueron las reviviscencias: La hija de la viuda de Naín (Lc 7,11-17); la hija del centurión Jairo (Mt 9,18-26), Lázaro (Jn 11,11-44). Los ya fallecidos entraron nuevamente en nuestra vida espacio temporal, prolongándose sus vidas por algún tiempo más sobre la tierra, para luego volver a morir. El único que ha RESUCITADO ha sido Jesucristo, que no tiene parangón con esos fenómenos de reviviscencias. Es un fenómeno inusitado, único, irrepetible. Es una transformación para un nuevo estado de vida en donde desaparece el espacio y queda sólo la Eternidad (tiempo sin principio ni término). Por eso, cuando Jesús hacía mención de su Resurrección. NADIE le entendía. Sucedió con las mujeres que tanto amaban a Jesús, una de ellas la Magdalena, que al encontrar el sepulcro vacío, en la madrugada del domingo, corre con el corazón destrozado a los Apóstoles y les dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto». Ellas NO CREYERON EN LA RESURRECCIÓN. Tampoco creyeron Simón Pedro, ni Juan, por eso salieron corriendo. Sólo al ver el sepulcro vacío y todo bien ordenado «VIERON Y CREYERON». Y no creyeron los Apóstoles que estaban en el Cenáculo, ni Tomás, ni los dos discípulos de Emaús. Sólo cuando el forastero partió el pan y bendijo el vino, entonces creyeron y regresaron presurosos para dar la noticia de la Resurrección de su Señor.
Sólo aceptaremos la Resurrección de Jesucristo por la FE, basados en los criterios de credibilidad que el mismo Señor nos lo dio para reforzarla. Estuvo con nosotros 40 días, Ascendió a los cielos ante 500 testigos. A los 50 días envió a su Espíritu Santo que encendió la hoguera del Apostolado para una Evangelización que no concluirá jamás. Así lo confirma la historia, venciendo todos los obstáculos: cuatro siglos de encarnizada persecución; la incansable actividad misionera de la Iglesia por todo el Antiguo y en el Nuevo Mundo, hasta nuestros días. La aparición de la Santidad de vida, la Vida Consagrada, el Sacerdocio, el Compromiso Laical, etc. ¿Cuál es la razón? ¡LA FE EN LA RESURRECCIÓN DE CRISTO! ¡SI ÉL NO HUBIERA RESUCITADO, VANA, INFECUNDA SERIA NUESTRA FE!

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