Fundado: 24-04-1904 Lima, 14-07-2013 / Año 109 - Nº 5675 - 4000 ejemplares

"CRIOLLADA" = ¿ESPADA DE DAMOCLES?
Estar bajo la espada de Damocles, significa un peligro o amenaza constante a que está sometida una persona. Damocles era un cortesano de Dionisio I el Viejo, tirano de Siracusa por el siglo IV a.C. Cicerón y Horacio nos cuentan que Damocles envidiaba el poder y la fortuna de Dionisio y que el tirano le propuso compartir con él su dinero y su poder, pero con una sola condición, que asumiera también todas las obligaciones de gobierno. Aceptó Damocles y Dionisio lo hizo sentar en un rico trono y le pidió que mirara hacia arriba. Damocles vio que, sobre su cabeza, colgaba una espada sostenida únicamente por una crin de caballo. El tirano le demostró así que la riqueza y el poder eran sólo ilusorios y que podían más las responsabilidades y peligros a los que estaba sometido.
La palabra Criollo (del portugués "crioulo", y éste, de "criar"), es un americanismo empleado desde la colonización de América aplicándolo a los nacidos en el continente americano, del país, pero con un origen europeo. También se usa el término criollismo para designar al movimiento de los hijos de españoles nacidos en América y que buscaban una identidad propia a través del pasado indígena, de símbolos propios y de la exaltación de todo lo relacionado con lo americano.
La criollada, tan común entre nosotros, es un derivado de Criollo con un significado positivo y negativo. Positivo, si las características que mencionaremos se aplicaran al bien. Negativo, si la aplicamos al mal, que lamentablemente supera al bien. Sus características: actitud del "vivo", del "sabido", de perspicaz (capacidad de entender con rapidez cosas que pasan inadvertidas a otro), del calculador, del pícaro, ocultando su malicia, mentira e hipocresía, etc., que unido a la superficialidad, a la falta de valores y al egoísmo, describe lo que, en nuestra mentalidad peruana, es un "criollazo". Aparentemente "se gana a la gente"; pero en el fondo, la "usa". A él no le vamos a pedir que se preocupe de los demás, que sea generoso, que comparta, que se sacrifique, que preste sin interés, que sea solidario, que perdone una deuda... Todo lo contrario, siempre estará a la expectativa para "ganar", para sacar ventaja, para que "nadie le pise el poncho", en fin, se preocupará sólo de sí mismo y de su propio provecho, para no ser "un cholito", un "pisado", "un caído del palto", etc. Lamentablemente nuestra sociedad está lleno de ellos.

Hoy, Jesús, nos da otra visión; no en teoría, sino con el testimonio de su propia vida.
ÉL ES EL SAMARITANO QUE DA SU PROPIA VIDA, A CAMBIO DE NADA PARA RESTAURARNOS COMO HIJOS DE DIOS.

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