Fundado: 24-04-1904 Lima, 21-07-2013 / Año 109 - Nº 5676 - 4000 ejemplares

UNA OVEJA ¿JAMÁS CONTEMPLA EL CIELO?
Quienes responderán acertadamente serán los pastores. Una vez le pregunté a uno y me respondió: "Ellas buscan el alimento, la hierba. Nunca la encontrarán en el cielo, en el aire. Lo buscarán en el campo, en la tierra. Es por eso que siempre tienen la mirada fija en el suelo y jamás en el cielo para contemplarlo".
En el lugar de "oveja" podría poner a todos los animales; inclusive a las personas, pues todos sus intereses están aquí, abajo, en la tierra y, difícilmente, en el cielo... El recurso es metafórico: "mirar al cielo", significaría, "pensar", "soñar", "idealizar". También podría ser el refugio de quien se escapa de la realidad de este mundo, se evade, para no enfrentar los problemas concretos. Aquí calzaría muy bien: "Ese está en la Luna". "No pisa tierra". "Es un caído del palto", etc. En este sentido, me parece que es muy difícil levantar la cabeza al cielo, pues todo está estructurado para mirar a la tierra: la economía-comercio-consumo, el mundo de las comunicaciones, de los multimedia, del internet y todas sus posibilidades. Todo esto, no nos deja "mirar al cielo" nos impide pensar un poco, nos imposibilita hacer "un stop" en el torbellino de nuestra vida... Corremos como "caballos desbocados". Por un lado tenemos "TODAS LAS HIERBAS DEL CAMPO". Por el otro, no las CALIBRAMOS, no DISCERNIMOS si valen, o no. Si nos hacen más humanos, o nos robotizan.
Creo que el Evangelio de hoy nos da la clave. Jesús le dice a Marta, toda entregada a los quehaceres de la casa: "Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tanta cosas; sólo una es necesaria, María ha escogido la mejor parte, no se la quitarán". Esta tierra tan hermosa es sólo una preparación, una capacitación para obtener en plenitud el Reino de Dios, su Vida, de la que hemos venido y a la que deberemos retornar con el ejercicio de nuestra LIBERTAD RESPONSABLE.
Debemos acostumbrarnos a "mirar al cielo" para tomar conciencia de la realidad de nuestro YO; para hacernos las preguntas fundamentales: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo" ¿Hacia dónde voy? ¿Qué hago para logarlo? ¿Cómo lo hago? ¿Por qué y para qué lo hago? Esta actitud-hábito, NOS UBICARÁ REALÍSTICAMENTE EN ESTA VIDA y nos preparará para LA OTRA: "¿DE QUÉ LE VALE AL HOMBRE GANAR ESTE MUNDO, SI PIERDE SU ALMA?".

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