Lima, 18-08-2013 / Año 109 - Nº 5680

EVANGELIO: Lc 12, 49-53
El cristiano es consciente que su opción de fe por Cristo implicará rechazo, sospecha y riesgo de su propia vida; pero esta seguro que el Señor lo cuida.
"En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo he venido a prender fuego sobre la tierra, ¡ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla! ¿Piensan ustedes que he venido a traer la paz a la tierra? No, sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra»".
1. ¿A QUÉ SE REFIERE JESÚS CON LA PALABRA "FUEGO"?
2. ¿DE QUÉ BAUTISMO HABLA JESÚS?
3. ¿DE QUÉ GUERRA-DIVISIÓN Y DE QUÉ PAZ NOS HABLA JESÚS?
EL PAPA FRANCISCO:
"JÓVENES NO TENGAN MIEDO DE SER GENEROSOS CON CRISTO, DE DAR TESTIMONIO DEL EVANGELIO"
Homilía en la Misa de Clausura de la Jornada Mundial de la Juventud
Río de Janeiro, 28 de julio del 2013 - Zenit.org
3. Sin miedo. Alguno pensará: «No tengo ninguna preparación, ¿cómo puedo ir y anunciar el evangelio?». Querido amigo, tu miedo no se diferencia mucho del de Jeremías, cuando fue llamado por Dios para ser profeta: «¡Ay, Señor, Dios mío! Mira que no sé hablar, que sólo soy un niño». También Dios les dice a ustedes lo que le dijo a Jeremías: «No les tengas miedo, que yo estoy contigo para librarte» (Jr 1,6.8). Cuando vamos a anunciar a Cristo, es Él mismo el que va por delante y nos guía. Al enviar a sus discípulos en misión, ha prometido: «Yo estoy con ustedes todos los días» (Mt 28,20). Y esto es verdad también para nosotros. Jesús no nos deja nunca solos. Además, Jesús no dijo: «Anda», sino «Vayan»: somos enviados juntos.
QUERIDOS JÓVENES, sientan la compañía de toda la Iglesia, y la comunión de los santos, en esta misión. Cuando juntos hacemos frente a los desafíos, entonces somos fuertes, descubrimos recursos que pensábamos que no teníamos. Jesús no ha llamado a los apóstoles para que vivan aislados, los ha llamado a formar un grupo, una comunidad.
QUERIDOS SACERDOTES: han venido a acompañar a sus jóvenes, y es bonito compartir esta experiencia de fe. Seguro que les ha rejuvenecido a todos. El joven contagia juventud. Pero es sólo una etapa en el camino. Por favor, sigan acompañándolos con generosidad y alegría, ayúdenlos a comprometerse activamente en la Iglesia; que nunca se sientan solos. Agradezco de corazón a los grupos de pastoral juvenil, a los movimientos y nuevas comunidades que acompañan a los jóvenes en su experiencia de ser Iglesia, tan creativos y tan audaces. ¡Sigan adelante y no tengan miedo!
"LUMEN FIDEI"
CARTA ENCÍCLICA DEL PAPA FRANCISCO (Resumen)
4. La mayor prueba de la fiabilidad del amor de Cristo está en su muerte por nosotros (Jn 15,13). "En este amor, que no se ha sustraído a la muerte para manifestar cuánto me ama, es posible creer... nos permite confiarnos plenamente en Cristo" (n.16). Porque Jesús es el Hijo radicado de modo absoluto en el Padre, ha podido vencer a la muerte y hacer resplandecer plenamente la vida. La fe es creer que Cristo es la manifestación máxima del amor de Dios y unirnos a él para poder creer, que el Hijo nos explica a Dios (Jn 1,18). «Creemos a» Jesús cuando aceptamos su Palabra, su testimonio, porque él es veraz (Jn 6,30). «Creemos en» Jesús cuando lo acogemos personalmente en nuestra vida y nos confiamos a él, uniéndonos a él mediante el amor y siguiéndolo a lo largo del camino" (n.17). Para esto, el Hijo de Dios asumió nuestra carne. La fe cristiana es fe en la Encarnación del Verbo y en su Resurrección en la carne; es fe en un Dios que se ha hecho tan cercano, que ha entrado en nuestra historia. "La fe en el Hijo de  Dios hecho hombre en Jesús de Nazaret no nos separa de la realidad, sino que nos permite captar su significado profundo, descubrir cuánto ama Dios este mundo y cómo lo orienta hacía sí; y esto lleva al cristiano a comprometerse, a vivir con mayor intensidad el camino sobre la tierra" (n.18). La fe en Cristo nos salva porque en él la vida se abre radicalmente a un Amor que nos precede y nos transforma, que obra en nosotros y con nosotros; que ilumina el origen y el final de la vida, el arco completo del camino humano (n.20). El cristiano puede tener los ojos de Jesús, su condición filial, porque se le hace partícipe de su Amor, que es el Espíritu (n.21). La existencia del creyente se convierte en existencia eclesial: todos los creyentes forman un solo cuerpo en Cristo. "Los cristianos son «uno» (Ga 3,28), sin perder su individualidad, y en el servicio a los demás cada uno alcanza plenamente su propio ser". La fe se confiesa dentro del cuerpo de Cristo; nace de la escucha y está destinada a convertirse en anuncio (n.22).
Continuará...

EN LA ESCUELA
La Maestra pregunta:
- ¿Quién fue Juana de Arco?
Jaimito responde:
- Una drogadicta, Señorita
¿Por qué?

- Porque en el libro dice: ¡murió por HEROÍNA!

No hay comentarios: