Fundado: 24-04-1904 Lima, 22-09-2013 / Año 109 - Nº 5685 - 4000 ejemplares


Y... ¿CUÁNTO HAY?
Es una de las expresiones bastante conocidas en nuestro ambiente popular y no popular. Hay otros sinónimos por aquí y por "acullá" para indicar "el costo" o la "ganancia" de un trabajo: ¿"Cómo sería"? ¿Y el "estímulo"? Se necesitaría un "previo"... También existe en el argot frases para obtener algo no correcto: "Con cuánto te matriculas, hermanito"... "Caliéntale las manos y verás"... Correspondería a la sentencia: "El dinero corrompe a las personas".
PERO, ¿El dinero corrompe a las personas o las personas corrompen al dinero? Reflexionemos sobre este hecho de vida: Michael Carroll, un basurero británico, ganó 11 millones de euros (USD 15 millones) en la Lotería británica en 2002. Ocho años después estaba en el paro, cobrando 50 euros semanales como subsidio de desempleo. Dilapidó toda su fortuna en drogas, apuestas, compras extravagantes y prostitutas. Muchos, especialmente politiqueros creen que "no es posible hacerse rico trabajando honestamente". Por eso defienden una justa causa pregonando "que pague más el que tiene más" (Pues, él "tiene" más, porque "robó" más).
Ayn Rand en La Rebelión de Atlas, en su ensayo "La Virtud del Dinero", dice que sólo se requieren virtudes para crear y conservar la riqueza. Son los depredadores los que la dilapidan, y los emprendedores los que la crean. Según Francisco d'Anconia, el dinero lo hacen posible sólo los hombres que producen. ¿Eso es malo? El dinero es sólo un vehículo. Te llevará donde desees, pero no te sustituirá como conductor. Te dará los medios para la satisfacción de tus deseos, pero no te proveerá con deseos. No comprará la felicidad para el hombre que no tenga ni idea de lo que quiere. No le dará un código de valores si ha evadido el conocimiento de qué valorar. No le dará un objetivo si ha evadido la elección de qué buscar. No comprará inteligencia para el estúpido, o admiración para el cobarde, o respeto para el incompetente. Los hombres de inteligencia lo abandonan, pero los embaucadores y farsantes acuden a él en masa, atraídos por una ley que él no ha descubierto: que ningún hombre puede ser inferior a su dinero. El dinero es un poder viviente que muere sin su raíz. El dinero no le servirá a la mente que no esté a su altura. El dinero es el producto de la virtud, pero no os dará la virtud y no redimirá vuestros vicios. El dinero no os dará lo inmerecido, ni en materia ni en espíritu. El dinero exige de ti las más altas virtudes, si quieres hacerlo o conservarlo. A menos y hasta que descubras que el dinero es el origen de todo lo bueno, estás buscando tu propia destrucción. AHORA, ¿entiendes lo de Jesús en su Evangelio: "NO PUEDEN SERVIR A DIOS Y AL DINERO"?

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