Fundado: 24-04-1904 Lima, 06-10-2013 / Año 109 - Nº 5687 - 4000 ejemplares

"¡PAPELITO MANDA!"
La situación es tal que nos aseguramos a como dé lugar.
El dicho: "El vivo vive del tonto y el tonto de su trabajo", "Camarón que se duerme, se lo lleva corriente", (hoy mejor, "aparece en chifa") lo ponemos en práctica. Basados en la experiencia de cada día, buscamos la seguridad, para que no nos engañen. Por eso, lo de "Papelito manda". Es decir, para salvaguardar los compromisos, es necesario tener las garantías. Antes, una PALABRA un "CHÓCALA LA MANO", bastaba.
Hoy, va no. Lamentablemente vivimos un mundo de hipocresía, de falsedad, de criollismo barato, que siembra la desconfianza "por doquier". Para creer lo que me prometen tengo que asegurarme con un documento, con una firma legalizada, con la presentación del DNI, en sellos, con la impresión de la huella digital, en fin... YA NO NOS CREEMOS. ¿SE PUEDE VIVIR ASÍ? Hasta tal punto ha crecido la desconfianza que uno me aconsejaba: "CREE LA MITAD DE LO QUE VES, Y NADA DE LO QUE TE DICEN". De este modo, andamos buscando "evidencias" para creer; es decir, empezamos a confundir el conocimiento razonado (por evidencias), con el conocimiento razonable (por criterios de credibilidad).
Yo conozco directamente cuando hay certezas, evidencias; conozco indirectamente, POR LA FE NATURAL, cuando existen solo garantías que me aseguran ese conocimiento sin evidencias. Por ejemplo, la existencia del GENOMA HUMANO. No lo veo, no lo siento, no tengo evidencias no hay certezas; pero existe un científico que me GARANTIZA la existencia de esa realidad, como componente esencial de la existencia humana y la ACEPTO.
EN EL CAMPO RELIGIOSO, este conocimiento, queda garantizado (pues, no veo, no toco, no tengo evidencias, no hay certeza de lo que se me propone; PERO EXISTE OTRO CIENTÍFICO  JESUCRISTO, EL REVELADOR DEL PADRE QUE ME LO GARANTIZA. Por eso, SIN JESUCRISTO, NO HAY, NO PUEDE HABER FE.
En el Evangelio de hoy, recién empezamos a entender el por qué los apóstoles le piden encarecidamente y con insistencia a Jesús: "SEÑOR, AUMÉNTANOS LA FE".

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