Fundado: 24-04-1904 Lima, 01-12-2013 / Año 109 - Nº 5695 - 4000 ejemplares

VIVAMOS EL "HOY". ¿QUÉ GANAMOS PENSANDO EN EL FIN?
Así piensan "los vivos". No caen en "depresiones", pensando en un final caótico. La vida, es para vivirse. ¿Para qué atormentarnos pensando en el futuro? Esto les pasa también a muchos jovencitos, que no se proyectan hacia EL IDEAL DE SUS VIDAS. Sin embargo, en el subconsciente está presente el gran deseo de llenar un abismo de vacío, con la búsqueda de "absolutos" que les den seguridad. Así, nuestra muchachada está atraída por las "redes sociales" y por las "Bandas", buenas en sí, pero incompresibles y censurados por los "menos jóvenes", por los "tíos", por los "viejitos", por los "ya no ya", etc. ¿Por qué? Porque las consideran como estrambóticas, puro ritmo, insoportables "bajos", con letras huecas, sin contenido y reducido a lo más simple y repetitivo. No piensan que para esta juventud, es expresión de su personalidad, y que aparentemente los llena y satisface. ES LA LUCHA GENERACIONAL. Pero también puede ser un peligro de EVASIÓN, pues no encuentran con qué llenar sus expectativas, y los adultos son incapaces de llenárselas. Lo curioso: hoy también los adultos están insatisfechos de lo que buscan, viven y hacen. En una palabra, pareciera que TODOS estamos descontentos de lo efímero y pasajero de esta vida. Sin darnos cuenta, estamos dentro del libro de la Sabiduría (unos 50 a 100 antes de Cristo): "Corta y triste es nuestra vida; no hay remedio en la muerte del hombre ni se sabe de nadie que haya vuelto del Hades. Por azar llegamos a la existencia y luego seremos como si nunca hubiéramos sido. Vengan, pues, y disfrutemos de los bienes presentes, gocemos de las criaturas con el ardor de la juventud. Hartémonos de vinos exquisitos y de perfumes, no se nos pase ninguna flor primaveral, coronémonos de rosas antes que se marchiten. Oprimamos al justo pobre, no perdonemos a la viuda, no respetemos las canas del anciano. Tendamos lazos al justo, que nos fastidia. Se enfrenta a nuestro modo de obrar, nos echa en cara faltas contra la Ley y nos culpa de nuestra falta la educación. Es un reproche de nuestros criterios, su sola presencia nos es insufrible. Se ufana de tener a Dios por Padre. Sometámosle al ultraje y al tormento para conocer su temple y probar su entereza. Condenémosle a una muerte afrentosa, pues, según él, Dios le visitará" (Sb 2, 1-20).

JESÚS, en el Evangelio de hoy nos da la clave: Él vendrá por segunda vez y hay que estar preparados: "Estén vigilantes, porque no saben qué día vendrá su Señor. Por eso, estén preparados porque a la hora que menos piensen vendrá el Hijo del hombre".

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