Fundado: 24-04-1904 Lima, 22-12-2013 / Año 109 - Nº 5698 - 4000 ejemplares

¡LO PROMETISTE... Y LO CUMPLISTE!

ASÍ LO DIJISTE POR ISAÍAS: "De Sión saldrá la Ley, la Palabra de Yahveh. Él Juzgará. Será Árbitro" (2,3-4). "Aquel día el germen de Yahveh será magnífico y glorioso" (4,2). "He aquí que una doncella está en cinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel" (7,14). «Se le llamará: Maravilla de Consejero, Dios fuerte, siempre Padre, Príncipe de la Paz. Grande en su señorío y la paz no tendrá fin para restaurarlo y consolidarlo por la equidad y la justicia" (9,5-6). "Saldrá un Vástago del tronco de Jesé, y un retoño de sus raíces brotará. Reposará sobre Él el espíritu de Yahveh. Juzgará con justicia a los débiles y sentenciará con rectitud a los pobres. Justicia y verdad serán el ceñidor de su cintura (11,1-4). "Cuando desaparezcan del país los opresores, será establecido sobre la piedad el trono... Se sentará en él con lealtad, en la tienda de David, un juez que busque el derecho y sea presto a la justicia" (16,4-5). "Él vendrá y os salvará. Se despejarán los ojos de los ciegos y las orejas de los sordos se abrirán. Saltará el cojo como ciervo. La lengua del mudo lanzará gritos de júbilo" (35,4-6). "Destilad, cielos, como rocío de lo alto, derramad, nubes, las victorias. Ábrase la tierra y produzca salvación, y germine juntamente la justicia. Yo, Yahveh, lo he creado" (45,8). "El espíritu del Señor Yahveh está sobre mí. Me ha ungido. Me ha enviado a anunciar la buena nueva a los pobres, a vendar los corazones rotos; a pregonar a los cautivos la liberación, a los reclusos la libertad; a pregonar un año de la gracia de Yahveh... Alianza eterna pactaré con ellos" (61,1-9).

NOS HABLASTE TAMBIÉN POR MIQUEAS: "Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres la menor, ni la última entre los principales clanes de Judá; porque de ti saldrá un caudillo que apacentará a mi pueblo Israel" (5,1).

EN ESTA CELEBRACIÓN NAVIDEÑA, tenemos la oportunidad de ir comparando en el real nacimiento de Jesucristo, Verbo Eterno de Dios, como todo lo profetizado de él con muchísimos años de antelación, se ha verificado totalmente. Con fe, adoremos a la Trinidad presente en el niño Jesús que nace. Alegrémonos de pertenecerle como cristianos, prometiéndole amor, fidelidad y coherencia.