¡NO SOY "CHOLITO",
A MÍ NO ME LA HACEN !
En
estos días se hace cada vez más difícil COMPROMETERSE con obras concretas de caridad;
aunque, con gran edificación surgen grupos de chicos y de chicas que se agrupan
en "Voluntariados" para ayudar a los más necesitados, inclusive
partiendo a países extranjeros regalando un "tiempo de sus vidas"
para hacer este bien invalorable. Pero cuando esta invitación es para algo más
serio y que requiere un COMPROMISO DE TODA LA VIDA , la actitud cambia casi por
completo. Nos referimos concretamente a la VOCACIÓN que determina la
vida: el estado matrimonial, la consagración religioso-sacerdotal o el estado de
soltería. Muchos, "AMAESTRADOS" por incentivos que llevan
más bien al egoísmo, al encerramiento de sí mismos, se expresan con la
mentalidad criolla: "¡NO SOY CHOLITO. A MI NO ME LA HACEN !". "NO PUEDO
PERDER MI VIDA". Se ha perdido el sentido del valor humano y
espiritual de LA LLAMADA A UN ESTADO DE VIDA,
para hacer un mundo mejor, fraterno, solidario, que busque la paz y que sepa
perdonar.
EN EL
EVANGELIO DE HOY,
Jesús llama a seguirle radicalmente, en la figura de sus dos primeros discípulos,
Pedro, y a Andrés, su hermano, diciéndoles: «Vengan, síganme y los haré
pescadores de hombres». Creyeron en Jesús y le siguieron. HOY Jesús nos sigue llamando, a
través de "mediaciones": los padres de familia, los maestros, los
gobernantes, los religiosos, los sacerdotes... Pero ¿por qué responden
positivamente, TAN
POCOS? Nosotros LOS MEDIADORES, LOS CATÓLICOS, LOS RELIGIOSOS, LOS
SACERDOTES, ¿logramos entusiasmarlos, y enamorarlos de la propuesta
de Jesús? En primer lugar ¿somos TESTIMONIOS VIVOS DE ESTA LLAMADA DE JESÚS? los
jóvenes ¿NOS
CREERÁN? ¿Por qué son menos los que siguen a Jesús y en nosotros, A JESÚS?
¿Por qué tantos abandonos en
No hay comentarios:
Publicar un comentario