Fundado: 24-04-1904 Lima, 02-02-2014 / Año 110 - Nº 5704 - 4000 ejemplares

LO QUE IMPORTA: "CAERLE BIEN A TODOS"

Creo que el "personalismo" está vigente y sigue creciendo. Entiendo por "personalismo" ese afán desmedido de darle culto a la propia existencia, al propio "nombre" y al "prestigio" del YO, hasta llegar al "endiosamiento" de uno mismo. Se va cayendo en un pernicioso individualismo. Sería como un PROLONGAR LA ADOLESCENCIA, no dando cabida a un sano crecimiento y a una real ubicación de la vida, dentro de la realidad en que se vive, respetando al otro con sus virtudes y sus defectos, con todos sus derechos y deberes, tales como los tiene uno. Semejante actitud impediría formar "un nosotros", un grupo de amigos, una comunidad, una familia, destruyendo la dimensión social de todo ser humano. Así, Un Gobernante con su "yoismo", sería un fracaso. Un Empresario, un Gerente, un Administrativo, correría la misma suerte. Cualquiera que esté a la cabeza de cualquier organización, si no deja su "personalismo", mandará todo a la ruina. Sobre todo, si esta situación se da dentro de la Iglesia, la Evangelización, la Conversión, el crecimiento en la Santidad, el aumento de las Vocaciones, marcarían "cero".

HOY, EL EVANGELIO, Presentación de Jesús en el Templo, nos muestra a un Simeón profetizándole a María el futuro de Jesús: «Mira, este niño está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como un signo de contradicción, y a ti una espada te traspasará al alma. Así quedarán al descubierto las intenciones de muchos corazones». Jesús aparece totalmente disponible a la Voluntad del Padre, sin pretensiones, sin "personalismos". Es el "Obediente del Padre", se identifica con su Misión y será coherente con ella. Por eso SERÁ SIGNO DE CONTRADICCIÓN: ¿Quién más bueno que Él? Sin embargo, ¿quién más perseguido que Él? Por ello, será signo de contradicción: Por ser luz de verdad. Con su sola presencia ahuyentará las tinieblas del pecado, descubrirá la maldad de los corazones. Sus apóstoles y quienes escucharen su llamado y le sigan, correrán la misma suerte. Por esta razón, los malos siempre perseguirán a los buenos. Serán como Jesús: "Signos de contradicción".