¡"AYÚDATE
QUE YO TE AYUDARÉ"!
Es
un refrán popular muy conocido en Latinoamérica. Aunque no es una cita bíblica,
contiene mucha sabiduría popular. La frase la pronunció alguna vez Benjamín
Franklin de esta forma "God helps those
who help themselves" (Dios ayuda a quienes se ayudan a sí mismos) que equivale
al refrán español: "A Dios rogando y con el mazo dando".
Algo
parecido se encuentra en la
Biblia (Josué): "Mira
que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque
Yahvé tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas (Jos 1, 9). La tradición judía
tiene una oración muy interesante: "Bendito
eres Señor, Dios de todo la creación. Por tu bondad tenemos este pan, que la
tierra nos dio y las manos humanas lo hicieron. Este será para nosotros el pan
de vida". El Evangelio está impregnado de esta verdad. Así nos dice Jesús,
entre otras, la
parábola de los talentos (Mt 25, 14-30): Un hombre de negocios, al
salir de viaje da a sus trabajadores una cierta cantidad de dinero para que lo
trabajen en su ausencia. A su retorno, les pedirá cuenta de su gestión. De
ella, dependerá su permanencia, o no, en el trabajo. Otra, es la parábola
sobre el Juicio final (Mt 25, 31-46): Sólo con las obras de caridad
hechas al prójimo en necesidad, en el que Jesús está representado, nos
ganaremos la Vida
eterna.
Aun
si Dios nos da un ideal, nosotros tenemos que alcanzarlo. Si entramos en un
equipo deportivo, si queremos ingresar a la universidad, si deseamos
doctorarnos, si queremos "hacer algo", debemos entrenar, estudiar,
trabajar, para no fracasar calamitosamente.
Ahora bien,
Dios nos da lo que necesitamos, y
nosotros lo desarrollamos. Dios nos da su mano, y nosotros, la nuestra, añadiendo
esfuerzo, iniciativa y creatividad. Entonces el resultado se lo presentaremos a
Dios como una ofrenda. Viendo las cosas de esta manera, el refrán de ayúdate que
yo te ayudaré, no está muy lejos de la realidad.
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