El
mensaje de hoy es de fe, de amor y de esperanza confiada en Dios y en su
providencia divina. No vivamos angustiados por el mañana. Vivamos el hoy con fe
y alegría confiados en el Padre que nos ama y sabe lo que necesitan sus hijos.
Nosotros somos llamados a buscar y construir el Reino de Dios ese debe ser
nuestro diario afán, lo demás se nos será dado.
PRIMERA
LECTURA: Is 49, 14-15.
Isaías nos presenta el amor de Dios que supera al amor de una
madre. Dios no nos olvida ni un segundo. Es el mejor mensaje de esperanza para
todos nosotros...
"Sión decía: «Me ha abandonado el Señor,
mi dueño me ha olvidado». «¿Es que puede una madre olvidarse de su criatura, no
conmoverse por el hijo de sus entrañas? Pues, aunque ella se olvide, yo no te
olvidaré»".
SEGUNDA
LECTURA: 1ªCo 4, 1-5.
Pablo nos muestra a Cristo, el único juez verdadero, no como muchos
de este mundo, llenos de prejuicios, egoísmos e intereses. Sólo Él conoce el
corazón humano.
"Hermanos: Que la gente sólo vea en
nosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios.
Ahora, en un administrador, lo que se busca es que sea fiel. Para mí, lo de
menos es que me pidan cuentas ustedes, o un tribunal humano; ni siquiera yo me
pido cuentas. La conciencia, es verdad, no me remuerde; pero tampoco por eso
quedo absuelto; mi juez es el Señor. Así, pues, no juzgues antes de tiempo:
dejen que venga el Señor. Él iluminará lo que esconde las tinieblas y pondrá al
descubierto los designios del corazón; entonces cada uno recibirá la alabanza
de Dios".
Eclo 7, 7:
"No te hagas culpable delante del pueblo reunido, ni te rebajes delante de
la gente"
EN LA PUERTA DE
UNA IGLESIA, UN CIEGO PIDE LIMOSNA.
Una Señora sorprendida le dice:
- Oiga, y ¿por qué tantos hijos?
- ¡Es que NO VEÍA NI
VEO LO QUE HAGO!
Ja, ja, ja...
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