Lima, 09-03-2014 / Año 110 - Nº 5709

EVANGELIO: Mt 4, 1-11.
La tentación desafía a Jesús en el desierto. Triunfando, nos anima a no tener miedo. Dios siempre será nuestra fortaleza.
"En aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y después de ayunar 40 días con sus 40 noches, al fin sintió hambre. El tentador se le acercó y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes». Pero él le contestó diciendo: «Está escrito: 'No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios'». Entonces el diablo lo lleva a la ciudad santa, lo pone en la parte más alta del templo, y le dice: «Si eres el Hijo de Dios, tírate porque está escrito: 'Encargará a sus ángeles que cuiden de ti, y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras'». Jesús le dijo: «También está escrito: 'No tentarás al Señor, tu Dios'». Después el diablo lo lleva a una montaña altísima y, mostrándole los reinos del mundo y su gloria, le dijo: 'Todo esto te lo daré, si te postras y me adoras'. Entonces le dijo Jesús: «Vete, Satanás, porque está escrito: 'Al Señor tu Dios, adorarás y a él sólo darás culto'». Entonces lo dejó el diablo, y se acercaron los ángeles y le servían".
1. ¿POR QUÉ JESÚS AYUNÓ DURANTE 40 DÍAS Y 40 NOCHES?
2. ¿QUÉ SIGNIFICA EL NÚMERO 40 EN LA BIBLIA?
3. ¿POR QUÉ FUERON 3 TENTACIONES Y NO MÁS? ¿TIENE ALGÚN SIGNIFICADO? ¿CÓMO LO APLICARÍAMOS A NUESTRAS VIDAS?
"LA FRATERNIDAD, FUNDAMENTO Y CAMINO PARA LA PAZ"
10.  CONCLUSIÓN
La fraternidad tiene que ser descubierta, amada, experimentada, anunciada y testimoniada. Sólo el amor de Dios nos permite acoger y vivir plenamente la fraternidad. La política y la economía no pueden reducirse a un tecnicismo privado de ideales, ignorando la trascendencia del hombre. Cuando falta esta, toda actividad humana se vuelve más pobre y las personas quedan reducidas a objetos de explotación. Con Ella, La política y la economía conseguirán estructurarse sobre un espíritu de caridad fraterna y podrán ser instrumento eficaz de desarrollo humano integral y de paz. En la Iglesia somos miembros los unos de los otros, y nos necesitamos porque se nos ha dado una gracia según la medida del don de Cristo, para la utilidad común (Ef 4,7.25; 1Co 12,7). Cristo nos traído la Gracia Divina, la participación en su vida. Esto facilita las relaciones fraternas, basadas en la reciprocidad, en el perdón, en el don total de sí, según el amor de Dios, ofrecido a la humanidad por Cristo crucificado y resucitado, atrayéndonos a todos a sí: "Les doy un mandamiento nuevo: que se amen unos a otros; como yo les he amado, ámense también entre ustedes. La señal por la que conocerán todos que son discípulos míos será que se aman unos a otros" (Jn 13,34-35). Cristo se dirige a todos los hombres. No quiere que nadie se pierda. "Dios no mandó a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él" (Jn 3,17). Lo hace sin forzar ni obligar a nadie a abrirle las puertas de su corazón y de su mente. "El primero entre ustedes pórtese como el menor, y el que gobierna, como el que sirve" -dice Jesucristo-, "yo estoy en medio de ustedes como el que sirve" (Lc 22,26-27). Así pues, toda actividad debe ser de servicio a las personas, especialmente a las más lejanas y desconocidas, El servicio es el alma de esa fraternidad que edifica la paz. Que María, la Madre de Jesús, nos ayude a comprender y a vivir cada día la fraternidad que brota del corazón de su Hijo, para llevar paz a todos los hombres en esta querida tierra nuestra.
Francisco. Vaticano, 8-12-2013.
CUARESMA
HISTORIA Ya desde el siglo I se celebraba la Pascua anual en las Iglesias de Roma, Corinto, Asia Menor y Jerusalén. Era precedida por la celebración de la Pasión y Muerte del Señor los días previos, como días de ayuno y penitencia. Su historia se remonta al siglo IV en Roma. La primera referencia a una preparación de 40 días para la Pascua es de Eusebio de Cesarea en el 332. La Cuaresma Romana (influye progresivamente en la Iglesia occidental) se configura a partir de dos instituciones: El orden de los Catecúmenos y el de los Penitentes, que ha marcado esta doble dimensión bautismal y penitencial de la espiritualidad Cuaresmal. Ésta, constituye la última etapa del catecumenado de adultos que recibían el sacramento del bautismo en la Vigilia Pascual En los Domingos III, IV y V de Cuaresma se realizaban los escrutinios y exorcismos. Los pecadores públicos confesaban privadamente sus pecados ante el Obispo el miércoles de Ceniza, ungiéndolos con ceniza e imponiéndoles una penitencia de 40 días. El rito de la reconciliación era el Jueves Santo, admitiéndolos a la mesa Eucarística.

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