Fundado: 24-04-1904 Lima, 06-04-2014 / Año 110 - Nº 5713 - 4000 ejemplares

¿YO VOY A DAR MI VIDA?... ¡ESTÁS LOCO!
Es la respuesta del "Criollazo": Cree tener la vida en sus manos y no la quiere dar.
Por otro lado, muchos hombres inmersos en sus preocupaciones no tienen interés en pensar ni en la muerte, ni en lo que vendrá después. ¿Por qué se ocultó por siglos, la verdad de la muerte? ¿Fue por miedo, ignorancia de lo desconocido, por ansiedad al no saber la realidad de lo que sucederá después? Actualmente la forma de vida, centrada en los placeres efímeros y gozo por la adquisición y acumulación de bienes, lleva a la mente a la ilusión y desilusión, a la satisfacción e insatisfacción del vivir; a la pérdida del sentido de su vida, cayendo en la terrible DEPRESIÓN.
A pesar de todos los esfuerzos de la sociedad por el progreso innovador, el hombre aún titubea ante la inseguridad de su futuro, pues no encuentra respuestas a sus inquietudes. Prefiere no pensar, y solamente vivir el hoy y el ahora. Desprovisto de los valores morales, SE DESCARRILA. La suposición de la desaparición total del ser humano con la muerte, lo desalienta totalmente.
Contrariamente, sabemos que los más antiguos grupos humanos (tribus), creían en la supervivencia del alma después de la muerte, para su descanso eterno con los antepasados: ¿Por qué las momificaciones? ¿Por qué los Panteones? ¿Por qué el inmortalizarlos en los monumentos?
En las religiones antiguas, esta creencia está latente. Nada decir de la Biblia y de su culto a los muertos, porque viven en Dios. El martirio de los 7 hermanos Macabeos (2Mac 7), es evidente.
Los Evangelios, Revelación de Jesús, lo creen y lo defienden. Baste con citar Mateo 25,31-46: Las obras de caridad granjearán la Vida Eterna. Es la creencia, y la razón de sus vidas, para los Apóstoles, Pablo, de todos los cristianos martirizados, por 4 siglos, por su creencia en la Vida eterna

EN EL EVANGELIO DE HOY, Jesús mismo lo confiesa: "Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá y todo aquel que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre".

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