El
poder salvador de Jesús de Nazaret se manifiesta en la resurrección de Lázaro.
"Yo soy la resurrección y la vida", le explica a Marta, hermana de
Lázaro. Ella responde confiesa su fe: "Yo creo que tú eres el Mesías, el
Hijo de Dios, el que tenía que venir a este mundo". Y vio la gloria de
Jesús presenciando la reviviscencia de su hermano.
PRIMERA LECTURA: Ez 37,
12-14
Ezequiel
nos ubica delante del mundo y la historia en una visión dramática de los
mismos, pero en donde Dios tiene planes de vida y realización plena para el ser
humano.
"Así
dice el Señor: «Yo mismo abriré los sepulcros de ustedes, y los haré salir de
ellos, pueblo mío, y los llevaré de nuevo a la tierra de Israel. Y, cuando abra
los sepulcros y los saque de ellos, pueblo mío, sabrán que yo soy el Señor. Les
infundiré mi espíritu, y vivirán; los establecerá en su propia tierra y sabrán
que yo, el Señor, lo digo y lo hago». Oráculo del Señor".
SEGUNDA
LECTURA: Rm 8, 8-11
San Pablo continúa exhortando a los romanos a vivir de acuerdo a su
vocación en Cristo y a asumir sus desafíos frente a un mundo contrario al
evangelio.
"Hermanos: Los que vivimos sujetos, a la
carne no pueden agradar a Dios. Pero ustedes no están sujetos a la carne, sino
al espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en ustedes. El que no tiene el
Espíritu de Cristo no es de Cristo. Pues bien, si Cristo está en ustedes,
aunque el cuerpo esté muerto a causa del pecado, el espíritu vive por la fuerza
salvadora de Dios. Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos
habita en ustedes, el que resucitó de entre los muertos, a Cristo Jesús, dará
nueva vida a sus cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en
ustedes".
Eclo 7, 12:
"No trames crímenes contra tu hermano, ni tampoco contra un amigo o
compañero"
EMPLEO
- Tener un hijo SOLDADO
Ja, ja, ja...
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