Lima, 13-04-2014 / Año 110 - Nº 5714

DOMINGO DE RAMOS
ENTRADA TRIUNFAL EN JERUSALÉN
La procesión de Ramos, que abre la celebración central, es un claro anuncio de que todo esto va a tener un final feliz: la Resurrección. La Iglesia nos invita a aclamar a Jesucristo como el Hijo de David que viene en el nombre del Señor El saber que Jesucristo resucitó es la mayor prueba de que todo su sacrificio, y la verdadera exaltación del hombre, se alcanza cuando vivimos las actitudes de entrega de Jesús.
PRIMERA LECTURA: Is 50, 4-7
NO OCULTÉ EL ROSTRO A INSULTOS; Y SÉ QUE NO QUEDARÉ AVERGONZADO.
Isaías nos invita a reconocer en Jesús de Nazaret al Siervo sufriente que por su pueblo se entrega a la burla, al sufrimiento y al escarnio.
SEGUNDA LECTURA: Flp 2, 6-11
SE REBAJÓ A SÍ MISMO; POR ESO, DIOS LO LEVANTÓ SOBRE TODO.
Pablo nos desafía a asumir el camino de Cristo, camino de entrega y obediencia, que conduce a la gloria, a la salvación y a la Redención: "El que quiera ser superior tendrá que ser el servidor". "Quien quiera ser el primero, será el último y el servidor de todos".
Evangelio: Mt 26, 14-27, 66
RELATO DE LA PASIÓN SEGÚN SAN MATEO.
La Iglesia proclama la Pasión del Señor como una invitación a contemplar el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios, hasta sus últimas consecuencias: Pasión, Muerte y Resurrección.
JUEVES SANTO
¡JESÚS NOS AMÓ HASTA EL EXTREMO!
Jesús concreta su Amor simbolizándolo en esta nueva celebración, superación de la antigua Pascua Judía: La Antigua Alianza es renovada completamente por LA DE JESÚS, CON VALOR ETERNO, ÚNICO E IRREPETIBLE. Lo único que satisfará a Dios, por el pecado de la humanidad, será el NUEVO SACRIFICIO. En efecto, ÉL, JESUCRISTO, sustituye al antiguo sacerdote Levítico. Con su persona, sustituye a la víctima, un animal. Y, con la CONSUMACIÓN DE SU CUERPO Y SANGRE, sustituye la "consumación de la víctima", constituyéndose en el verdadero y eficaz alimento de VIDA ETERNA. Por eso crea el nuevo sacerdocio, su prolongación en la historia, para que se celebre ESTE SACRIFICO DE LA NUEVA Y ETERNA ALIANZA, hasta el final de los tiempos.
PRIMERA LECTURA: Ex 12, 1-8.11-14
DE LA ESCLAVITUD A LA LIBERTAD.
La Pascua es la fiesta de la liberación de la esclavitud y DE LA MUERTE DEL PECADO, donde la sangre es fundamentalmente redentora. Como Egipto es la tierra del pecado, la salida de Egipto es la liberación de esa esclavitud, así el ingreso en la tierra prometida es la llagada al Cielo, a Dios. La Biblia concibe la salvación, a medida que se desarrolla la revelación, como una salvación del pecado. San Pedro nos dice: "Han sido rescatados de su vano vivir según la tradición de nuestros padres, no con plata y oro, sino con la sangre preciosa de Cristo, como cordero sin defecto ni mancha" (1Pe 1, 18b-19).
SEGUNDA LECTURA: 1Co 11, 23-26
CADA VEZ QUE COMEN Y BEBEN, PROCLAMAN LA MUERTE DEL SEÑOR.
Es el testimonio histórico más antiguo de la Celebración Eucarística. Pablo transmite la Tradición que recibió de los Discípulos y muestra que la Eucaristía está abierta al futuro y a todos los tiempos. EN ELLA, anunciamos la Muerte y Resurrección del Señor para nuestra Salvación Eterna, hasta que Él vuelva. La Pascua judía es sustituida por la Nueva Pascua cristiana, EL BANQUETE SACRIFICIAL DE LA NUEVA Y ETERNA ALIANZA (la Eucaristía): símbolo real del Sacrificio y de la Sangre con las especies del Pan y del Vino.
Evangelio: Jn 13, 1-15
LOS AMO HASTA EL EXTREMO.
Lo esencial del Ser y de Deber ser del Maestro es el SER SERVIDOR, lógica anti-mundana para construir el mundo. Esto sólo viene de Dios y no de los hombres. En el lavatorio de los pies reconocemos la expresión sacramental de ser verdaderos discípulos del Maestro. En la Institución del Sacerdocio, se establece el criterio cristiano: el servicio a los más necesitados (los empobrecidos por el pecado), dándoles la libertad "de los hijos de Dios" y robusteciéndolos con la Comunión del Cuerpo y de la Sangre de Jesucristo.

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