EVANGELIO: Jn 20, 1-9
Juan nos
transmite la experiencia de la primitiva Iglesia. En su encuentro con el
Resucitado nos invita a participar de su gozo y esperanza.
"El
primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro muy temprano, y vio la
piedra quitada del sepulcro. Corrió fue donde Simón Pedro y el otro discípulo,
a quien tanto quería Jesús, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y
no sabemos dónde lo han puesto». Salieron Pedro y el otro discípulo y fueron rápidamente
al sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que
Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas
en el suelo; pero no entró. Llegó Simón Pedro, entró en el sepulcro y vio las
vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, enrollado,
en un sitio aparte. Entró el otro discípulo: vio y creyó. Pues hasta entonces
no habían entendido la
Escritura : que él había de resucitar de entre los
muertos".
2. ¿QUÉ
EXPRESIONES INDICAN LA FE EN LA RESURRECCIÓN DE
JESUCRISTO, DESPUÉS DE SU MUERTE?
3. ¿QUÉ SIGNIFICA PARA TI, LA RESURRECCIÓN DE
JESUCRISTO?
PAPA FRANCISCO. EL
CRISTIANO SIEMPRE EN BÚSQUEDA Y EN CAMINO
Homilía
en Santa Marta, lunes 31 de marzo del 2014. (Síntesis).
2. El modelo de quien cree es el funcionario del
rey, que pide a Jesús la curación de un hijo enfermo y no duda en
ponerse en camino hacia casa cuando el Maestro le asegura que la ha obtenido. Opuesto a este
hombre, es quizás, el grupo "más peligroso", en el que
están aquellos que "se engañan a sí mismos: los que caminan pero no hacen camino":
"Son los cristianos errantes: giran, giran como si la vida fuera un
turismo existencial, sin meta, sin tomar las promesas en serio.
Aquellos que dicen: '¡Yo camino!'. No, tú no caminas: tú giras. En cambio, el Señor nos pide que no nos detengamos, que no nos
equivoquemos de camino y que no giremos por la vida. Nos pide que mirar las
promesas, ir adelante con las promesas como ese hombre. ¡Ese hombre
creyó en la palabra de Jesús! La fe nos pone en camino hacia las promesas. La
fe en las promesas de Dios". "Nuestra condición de pecadores hace que
nos equivoquemos de camino"; pero "El Señor nos da siempre la gracia
de volver". "La Cuaresma
es un tiempo
hermoso para pensar si estoy en camino o si estoy demasiado quieto:
conviértete. Si me he equivocado de camino, confiésate y retoma el camino. O si
soy un turista teologal, uno de estos que hacen el giro de la vida pero jamás
dan un paso hacia adelante. Le pido al Señor la gracia de retomar el camino, de
ponerme en camino, pero hacia las promesas".
1. En el Credo decimos:
"El tercer día
Resucitó según las Escrituras". Es "el centro del mensaje cristiano.
Resonó desde el principio y ha sido transmitido hasta nosotros. San Pablo les
dice a los Corintios: "Les he trasmitido en primer lugar, lo que yo mismo
recibí: Cristo murió por nuestros pecados, según la Escritura. Fue
sepultado y resucitó al tercer día, según la Escritura. Se
apareció a Pedro y después a los doce" (1Co 15,3-5). Esta breve
confesión de fe anuncia el Misterio Pascual, con las primeras apariciones del
Resucitado a Pedro y a los doce. La
Muerte y la
Resurrección de Jesús son el corazón de nuestra esperanza. Sin esta fe,
nuestra esperanza será débil, ya no será ni siquiera esperanza. La muerte y la Resurrección de Jesús
son el corazón de nuestra esperanza. El Apóstol afirma: "Y si Cristo
no resucitó, su fe es inútil y sus pecados no han sido perdonados" (1Co
15,17). Por desgracia, se ha tratado de obscurecer la fe de la Resurrección de
Jesús, e incluso entre los propios creyentes, se han insinuado dudas. No es la
fe fuerte. Y esto por superficialidad, a veces por indiferencia, ocupados por
miles de cosas que se consideran más importantes que la fe, o por una visión
puramente horizontal de la vida. Pero es precisamente la Resurrección la que
nos abre a la esperanza más grande, porque abre nuestra vida a la vida del
mundo y al futuro eterno de Dios, a la felicidad plena, a la certeza de que el
mal, el pecado y la muerte pueden ser derrotados. Y ello lleva a
vivir con mayor confianza las realidades cotidianas, a afrontarlas con valentía
y con empeño. La Resurrección
de Cristo ilumina con una luz nueva estas realidades cotidianas ¡la Resurrección de
Cristo es nuestra fuerza!
No hay comentarios:
Publicar un comentario