Lima, 11-05-2014 / Año 110 - Nº 5718

EVANGELIO: Jn 10, 1-10.
Jesús se nos revela como el cumplimiento de todas las profecías hechas a toda la humanidad, que ansía ser conducida por el mismo Dios, Pastor de su Pueblo, quien la alimentará y protegerá. Él es el verdadero Pastor.
"En aquel tiempo dijo Jesús: «Les aseguro que el que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de la ovejas. A éste le abre el guardián, y las ovejas escuchan su voz, y él va llamando por su nombre a las ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños». Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús: «Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta: quien entra por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia»".
1. ¿POR QUÉ JESÚS SE PRESENTA COMO EL BUEN PASTOR?
2. ¿A QUIÉNES REPRESENTAN LAS OVEJAS? 
3. ¿POR QUÉ JESÚS SE ASEMEJA A LA PUERTA DEL CORRAL DE LAS OVEJAS?
PAPA FRANCISCO: LA RESURRECCIÓN DE CRISTO ES NUESTRA FUERZA
4. Después de las apariciones a las mujeres, siguen otras: Jesús se hace presente de un modo nuevo: es el Crucificado, pero su cuerpo es glorioso; no ha vuelto a la vida terrenal, sino en una nueva condición. Al principio no lo reconocen, y sólo a través de sus palabras y sus gestos los ojos se abren: el encuentro con el Resucitado transforma, da un nuevo vigor a la fe, un fundamento inquebrantable. También para nosotros, hay muchos signos con los que el Resucitado se da a conocer: la Sagrada Escritura, la Eucaristía y los demás Sacramentos, la caridad, los gestos de amor que llevan un rayo del Resucitado. ¡Dejémonos iluminar por la Resurrección de Cristo, dejémonos transformar por su fuerza, para que, también a través de nosotros, en el mundo los signos de muerte dejen lugar a los signos de la vida! He visto que hay tantos jóvenes en la plaza, chicos y chicas, aquí están. Les digo: lleven adelante esta certeza, el Señor está vivo y camina a nuestro lado en la vida. Ésta es la misión de ustedes. Lleven adelante esta esperanza. Estén anclados a esta esperanza, esta ancla que está en el cielo. Sujétense fuerte a la cuerda, queden anclados y lleven adelante la esperanza. Ustedes, testimonios de Jesús, testimonien que Jesús está vivo y ello nos dará esperanza y dará esperanza a este mundo algo envejecido por las guerras, por el mal y por el pecado ¡Adelante jóvenes!
PAPA FRANCISCO: ¡MADRES, PIDAN A DIOS EL DON DE ACONSEJAR A SUS HIJOS!
Vaticano, 7 Mayo 2014 - 9:22 a.m. ACI-EWTN. Noticias.
1. El Don de Consejo. Papa Francisco continuó este miércoles su catequesis sobre los dones del Espíritu Santo. Recordó que años atrás, cuando confesaba en el Santuario de Nuestra Señora de Luján, en Argentina, se le acercó un joven que ante un grave problema le pidió consejo a su madre, y esta le dijo "anda a ver a la Virgen y Ella te dirá lo que debes hacer". "¡Esta es una mujer que tenía el don del consejo! (...) Ustedes mamás, que tienen este don, ¡pidan este don para sus hijos! El don de aconsejar a los hijos. Es un don de Dios". Se lee en los Salmos: "El Señor me aconseja, el Señor me habla interiormente". Y este es otro don del Espíritu Santo: el don del consejo. Sabemos cuánto es importante, sobre todo en los momentos más delicados, el poder contar con las sugerencias de personas sabias y que nos quieren. Ahora, a través del don del consejo, es Dios mismo, con el Espíritu Santo, que ilumina nuestro corazón, para hacernos comprender el modo justo de hablar y de comportarse y el camino a seguir. Pero ¿cómo actúa este don en nosotros? En el momento en el cual lo recibimos y lo acogemos en nuestro corazón, el Espíritu Santo comienza inmediatamente a hacernos sensibles a su voz y a orientar nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestras intenciones según el corazón de Dios. Al mismo tiempo, nos lleva siempre más a dirigir la mirada interior sobre Jesús, como modelo de nuestro modo de actuar y de relacionarnos con Dios Padre y con los hermanos".
Continuará...

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