Fundado: 24-04-1904 Lima, 29-06-2014 / Año 110 - Nº 5725 - 4000 ejemplares

SAN PEDRO Y SAN PABLO
Pedro y Pablo: Dos personas muy diferentes, dos historias muy distintas, dos «conversiones» que nada se parecen: La de Pedro duró tres años; la de Pablo, un instante, dos apostolados que empiezan siendo muy diferentes, pero que a la vez se van pareciendo más, hasta quedar unidos en el martirio en Roma, bajo Nerón.
Pedro, Simón de Betsaida, bronco y tierno, fogoso y sencillo es una de las figuras más humanas v más encantadoras del Evangelio de Jesús de Nazaret. Con su barca y sus llaves, con sus dichos y sus hechos, con sus pecados y sus lágrimas, la personalidad histórica de San Pedro encuadra a todo el apostolado de los Doce y atrae por su fe ardiente y por su cálido humanismo, la simpatía y el amor de las generaciones cristianas. Vehemente y francote, un poco o mucho presuntuosillo, transparente y casi infantil en la manifestación de sus espontáneas y más íntimas reacciones psicológicas, encontramos un alma bella, un gran corazón, una lealtad, una generosidad, unas calidades humanas tan entrañables y subyugantes que aún hoy, la fragancia de su recuerdo perdura y atrae la simpatía y la confianza de las generaciones cristianas.
Pablo, de Tarso, con temperamento de jefe, voluntad de hierro, constancia inquebrantable, sentido para la iniciativa, extraordinaria capacidad de trabajo y resistencia, y un carácter de conquistador. Pero junto a su férrea voluntad, Pablo tenía también un alma de fina sensibilidad y condescendencia, y un corazón lleno de ternura: "Aunque pudimos imponer nuestra autoridad por ser apóstoles de Cristo, nos mostramos ambles con vosotros, como una madre cuidad con cariño a sus hijos. Tanto os queríamos, que estábamos dispuestos a daros no sólo el Evangelio de Dios, sino nuestras propias vidas. ¡Habéis llegado a sernos entrañables! (1Tes 2,7s; 2Co 12,15, Gal 4,19, Fil 1,8, etc.), que se adhería a los hombres y despertaba una fuerte simpatía, que sentía profundamente la necesidad y el dolor de los demás.

No hay comentarios: