JESUS DANDO UN FUERTE GRITO, EXPIRO
Marcos 15,
33-39; 16, 1-6
§ Creemos por la fe que la muerte no es el final de la existencia humana, sino la entrada en una condición de vida nueva y definitiva: en Dios y junto con todos los redimidos.
§ La voluntad de Dios es un designio de vida y de salvación ofrecido a todo hombre a través de la mediación de Cristo, a fin de que nadie se pierda. El designio de dios manifiesta así su ilimitada gratuidad y, al mismo tiempo, la afectuosa atención de su caridad con cada uno.
§ Quien cree en el Hijo tiene ya desde ahora la vida eterna, porque se adhiere a aquel que es la resurrección y la vida, y sólo Él puede llevarnos consigo más allá del insuperable límite de la muerte.
Marcos 15,
§ Creemos por la fe que la muerte no es el final de la existencia humana, sino la entrada en una condición de vida nueva y definitiva: en Dios y junto con todos los redimidos.
§ La voluntad de Dios es un designio de vida y de salvación ofrecido a todo hombre a través de la mediación de Cristo, a fin de que nadie se pierda. El designio de dios manifiesta así su ilimitada gratuidad y, al mismo tiempo, la afectuosa atención de su caridad con cada uno.
§ Quien cree en el Hijo tiene ya desde ahora la vida eterna, porque se adhiere a aquel que es la resurrección y la vida, y sólo Él puede llevarnos consigo más allá del insuperable límite de la muerte.
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