SEGUNDO DOMINGO - TIEMPO ORDINARIO
Una vez más hermanos, nos encontramos convocados por el Señor, en este domingo. Somos los discípulos de Cristo, los que hemos escuchado su invitación y le hemos seguido. Cuando la Palabra del Señor cae sobre un hombre, es para buscar una respuesta, para encontrar en ese hombre una adhesión y un compromiso total.
PRIMERA LECTURA: 1 Samuel 3, 3b-10.19
HABLA SEÑOR, QUE TU SIERVO ESCUCHA
Samuel es un ejemplo de hombre frente a Dios. Dios le habla; y toda la vida del profeta será una consecuencia de su
primer compromiso: "Habla Señor, que tu siervo escucha."
SALMO 39, 2 y 4ab.7.8-9. 10
Respondemos: "Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad"
SEGUNDA LECTURA: 1 Corintios 6, 13c-15a.17-20
SUS CUERPOS SON MIEMBROS DE CRISTO
El contacto con el Señor nos santifica, hace de nosotros nuevas criaturas, nos convierte en templos vivos de Dios.
EVANGELIO: Juan 1, 35-42
VIERON DONDE VIVIA Y SE QUEDARON CON EL
A hora es Cristo quien nos trata directamente de "discípulos" a quienes Él llama para estar atentos a sus Palabras. El es un Maestro que da sabiduría a sus discípulos para que vivan sus vidas según ésta.
VER TU HERMANO
Un viejo rabino, preguntó a sus discípulos: "Quien de vosotros sabría decirme, ¿en qué modo se puede distinguir el momento preciso en que termina la noche y se hace de día?
Yo diría -respondió prontamente un alumno- cuando, viendo un animal a distancia se puede distinguir si es una oveja o un perro. ¡No! - respondió el Rabino. Podría ser el inicio del día -dijo otro- cuando viendo a lo lejos un árbol, se puede decir si es un ficus o un eucalipto. Todos los alumnos dijeron: ¿Cómo será posible entender cuándo termina la noche y cuándo se inicia el día? ¿Cuándo?- respondió solemnemente el Rabino - Cuando mirando el rostro de un hombre cualquiera ves que es tu hermano: porque si no logramos a hacer esto, sea la hora que fuere en el día, siempre será noche.
D
ON BOSCO SACERDOTE
El clérigo Bosco no ponía menos empeño en el estudio que era para él cosa tan sagrada como la virtud. Sabía utilizar todos los retazos de tiempo, y sobre todo aprovechaba todo el tiempo disponible, estudiando seriamente los distintos textos de clase y las distintas disciplinas obligatorias, grabando en su memoria definiciones, cánones, tesis, demostraciones, que debían ser después la médula de toda su predicación y de su obra de escritor, sencilla y llana en la forma, pero enjundiosa y profundamente instructiva en la sustancia.
Una vez más hermanos, nos encontramos convocados por el Señor, en este domingo. Somos los discípulos de Cristo, los que hemos escuchado su invitación y le hemos seguido. Cuando la Palabra del Señor cae sobre un hombre, es para buscar una respuesta, para encontrar en ese hombre una adhesión y un compromiso total.
PRIMERA LECTURA: 1 Samuel 3, 3b-10.19
HABLA SEÑOR, QUE TU SIERVO ESCUCHA
Samuel es un ejemplo de hombre frente a Dios. Dios le habla; y toda la vida del profeta será una consecuencia de su
SALMO 39, 2 y 4ab.7.8-9. 10
Respondemos: "Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad"
SEGUNDA LECTURA: 1 Corintios 6, 13c-15a.17-20
SUS CUERPOS SON MIEMBROS DE CRISTO
El contacto con el Señor nos santifica, hace de nosotros nuevas criaturas, nos convierte en templos vivos de Dios.
EVANGELIO: Juan 1, 35-42
VIERON DONDE VIVIA Y SE QUEDARON CON EL
A hora es Cristo quien nos trata directamente de "discípulos" a quienes Él llama para estar atentos a sus Palabras. El es un Maestro que da sabiduría a sus discípulos para que vivan sus vidas según ésta.
VER TU HERMANO
Un viejo rabino, preguntó a sus discípulos: "Quien de vosotros sabría decirme, ¿en qué modo se puede distinguir el momento preciso en que termina la noche y se hace de día?
Yo diría -respondió prontamente un alumno- cuando, viendo un animal a distancia se puede distinguir si es una oveja o un perro. ¡No! - respondió el Rabino. Podría ser el inicio del día -dijo otro- cuando viendo a lo lejos un árbol, se puede decir si es un ficus o un eucalipto. Todos los alumnos dijeron: ¿Cómo será posible entender cuándo termina la noche y cuándo se inicia el día? ¿Cuándo?- respondió solemnemente el Rabino - Cuando mirando el rostro de un hombre cualquiera ves que es tu hermano: porque si no logramos a hacer esto, sea la hora que fuere en el día, siempre será noche.
D
El clérigo Bosco no ponía menos empeño en el estudio que era para él cosa tan sagrada como la virtud. Sabía utilizar todos los retazos de tiempo, y sobre todo aprovechaba todo el tiempo disponible, estudiando seriamente los distintos textos de clase y las distintas disciplinas obligatorias, grabando en su memoria definiciones, cánones, tesis, demostraciones, que debían ser después la médula de toda su predicación y de su obra de escritor, sencilla y llana en la forma, pero enjundiosa y profundamente instructiva en la sustancia.
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