Fundado: 24-04-1904 Lima, 15-02-2009 / Año 105 - Nº 5444 - 4000 ejemplares

UN MEDICO COMPASIVO
Marcos 1, 40-45
§
La lepra, terrible enfermedad, era considerada como un signo de infidelidad al Señor. Por supuesto que con el progreso de las ciencias se ha llegado a la realidad en los aspectos científicos y religiosos. El caso es que un leproso le pide al Señor con mucha humildad: "Si quieres, puedes limpiarme." El Señor compadecido lo tocó y le dijo: "Quiero: queda limpio" Y el leproso quedó limpio. Jesús no quería publicidad y le ordena callar, pero el leproso lo pregona por todas partes.
§ Es un signo de la presencia del Reino y del poder de Jesucristo. Es Jesús que nos trae la purificación. Nuestro celo y amor a Jesús debe ser interior aun cuando hacemos obras externas. ¿Qué tienes que no lo hayas recibido de Él? "Todo es para gloria de Dios" y para su Reino. San Pablo nos anima: "Sean mis imitadores, como yo lo soy de Cristo."
§ Nuestra condición espiritual es como la del leproso. Toda la humanidad está clamando por los pecados que comete, diciéndole a Dios: "Si quieres, puedes limpiarme de mis pecados". Y el Señor te pone delante el sacramento de la reconciliación y por boca del sacerdote te dice: "Yo te absuelvo de tus pecados..."

No hay comentarios: