Lima, 15-02-2009 / Año 105 - Nº 5444

SEXTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Hermanos, estamos aquí reunidos para escuchar la Palabra de Dios: Palabra que tiene el poder de limpiarnos. También tenemos la gracia de acercarnos a Jesús, médico compasivo que siempre nos acoge, incluso con nuestros pecados y enfermedades.
PRIMERA LECTURA: Levítico 13, 1-2.44-46
EL LEPROSO SEGUIRA IMPURO Y VIVIRA SOLO

Escucharemos un pasaje de la Ley de Moisés referente a los leprosos. Los enfermos de este mal eran excluidos de la vida pública y religiosa del pueblo. Los judíos la consideraban como un castigo de Dios y un símbolo del pecado. Algo que Jesús, plenitud de la Ley, no soportará.
SALMO: 31, 1-2.5.11
Respondemos: "Tú eres mi refugio, me rodeas de cantos de liberación"
SEGUNDA LECTURA: 1 Corintios 10, 31-11,1
SIGAN MI EJEMPLO, COMO YO SIGO EL EJEMPLO DE CRISTO

San Pablo nos deja unos consejos prácticos para nuestra vida de discípulos y misioneros. Todas las acciones deben ser para gloria de Dios y el buen ejemplo a imitación de Cristo.
EVANGELIO: Marcos 1, 40-45
LA LEPRA SE LE QUITO, Y QUEDO LIMPIO
El milagro de Jesús, antes que un despliegue de poder, es una muestra de compasión. Y de una compasión que no humilla a quien la recibe, sino que le devuelve su dignidad como persona y le reintegra en la sociedad y en la comunidad cristiana para alabar al Señor. Basta con pedirle que nos limpie, y Él, que todo lo puede, nos limpiará.

NO NOMBRAR EL NOMBRE DE DIOS EN VANO
¡Cuántas veces en su vida el hombre invoca por gusto el nombre de Dios! Unas veces por costumbre, como cuando se dice: "Gracias a Dios todo me salió bien". Peor, cuando se nombra a Dios para increparlo por lo que no nos sale bien; como si Él tuviera "la culpa". Hay que reconocer que Dios es sumamente generoso. Ha puesto en la tierra muchos bienes para que el ser humano los disfrute. Pero no es Dios quien complica las cosas; es el hombre quien todo lo complica y hace la vida más difícil e imposible. ¿Por qué prefiere asumir la ley de la selva y no acepta la soberanía pacífica de la Paternidad de Dios? ¿Acaso mejora el mundo cuando el hombre desconoce a Dios e invoca su nombre sólo para culparlo de lo malo que él mismo hace? Comemos el pan hecho de harina y de pecado. Hacemos máquinas con metales y ofendemos el nombre de Dios. Hacemos casas con piedras y pecados ¿Nos aprovechan? Y el hombre trabaja para las máquinas, para el petróleo, para el oro, y llega a ser esclavo de la materia. Honremos el nombre de Dios y sentiremos la bendición que Él siempre nos reparte.

DON BOSCO Y SU CONFIANZA MODERADA EN EL HOMBRE
Don Bosco, inspirándose en el humanismo de San Francisco de Sales, creía en los recursos naturales y sobrenaturales del hombre; pero no ignoraba su debilidad, sobre todo en los muchachos: "Es propio de la juventud, por su edad voluble, mudar a menudo de propósito y voluntad". Su realismo tampoco le hacía desconocer el innato mal en el hombre. "Desde su juventud consideró peligroso el trato de los malos compañeros en el colegio y hasta en el seminario". También creía en la acción del príncipe de las tinieblas. Olvidar que el demonio estaba siempre rondando de día y de noche "como león rugiente", significa ignorar uno de los rasgos característicos de su espíritu y de su verdadera doctrina. Dicho esto, su espiritualidad como su pedagogía se basan en dos ejes: la confianza en Dios que no abandona nunca a su criatura y la confianza en la sensatez y el corazón del hombre.

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