Lima, 08-02-2009 / Año 105 - Nº 5443

QUINTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Hermanos, este encuentro dominical fraterno alrededor del altar y de la Palabra de Dios es ya un signo de la bondad infinita del Padre. Al venir aquí, estamos seguros de ser acogidos y sanados al igual que los pobres y enfermos que el Señor Jesús liberaba de todos sus males y angustias.
PRIMERA LECTURA: Job 7, 1-4.6-7
MIS DIAS SE CONSUMEN SIN ESPERANZA
El libro de Job nos habla de la miseria y de la angustia del hombre. Job es un hombre que conoce el sufrimiento, pero que ama y teme a la muerte; y por eso en medio de sus tormentos es capaz de conservar la esperanza de la felicidad y de la fe en Dios.
SALMO: 146,1-2.34.5-6
Respondemos: "El Señor sostiene a los humildes"
SEGUNDA LECTURA: 1 Corintios 9, 16-19.22-23
¡AY DE MI SI NO ANUNCIO EL EVANGELIO!
A San Pablo, más que sus derechos de apóstol, le preocupan sus deberes y las exigencias de su misión. Como tal, se siente libre servidor de Cristo, servidor de sus hermanos, servidor del Evangelio.
EVANGELIO: Marcos 1, 29-39
CURO A MUCHOS ENFERMOS DE DIVERSOS MALES

Jesús va a seguir en su pequeña aldea lo que acaba de hacer en la sinagoga. Sana, porque es profeta; reza, porque es un hombre de Dios; y predica, porque tiene conciencia de ser el enviado del Padre.

SANTIFICAR LASFIESTAS
Cada religión tiene un día sagrado. Para los católicos, el Domingo es el Día Sagrado. No veas el Domingo como la "obligación" de cumplir. ¡No! Para nosotros, católicos, el Domingo es el día del "encuentro" con nuestro Señor. Él te espera para decirte cuáles son tus deberes y educarte. Donde no se guarda el Día del encuentro con el Señor, reinan los vicios: el alcohol, la droga, la impureza, las políticas abusivas, el dios dinero, etc. La Misa es la Fiesta porque es la cátedra donde el Señor habla a su pueblo y lo ilumina para que no se deje engañar por falsedades e ilusiones. La Misa, que es el encuentro con el Señor, te muestra a ese Señor, dispuesto a perdonarte y acompañarte para que tengas la fuerza de caminar en el bien; para que te sientas persona y no máquina; para que haya paz en tu hogar; para que te guste ayudar al hermano necesitado.
DON BOSCO Y EL CAMINO DE LA SALVACION
Don Bosco había aprendido de san Alfonso María de Ligorio esta frase: "La vida es un viaje hacia la eternidad". Por tanto, consideraba la vida como un camino que, si se escoge bien, lleva al cielo. Y aunque era sensibilisimo en hacer más habitable el planeta de sus jóvenes y trabajaba con sacrificio por el bien de la sociedad humana; nunca olvidó el carácter transitorio de este mundo. Y el que entendió muy bien esto fue su alumno Domingo Savio, que según Don Bosco pronunció estas palabras al morir: "Con la alegría en el rostro y la paz en el corazón iremos al encuentro de nuestro Señor Jesucristo, que nos recibirá benigno para juzgarnos conforme a su gran misericordia y conducirnos... de las miserias de la vida a la dichosa eternidad".

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