Fundado: 24-04-1904 Lima, 08-03-2009 / Año 105 - Nº 5447 - 4000 ejemplares

ESCUCHAR AL HIJO AMADO
§ El domingo pasado nos retiramos con Jesús al desierto. Ahora, los hechos nos hablan con significados precisos: la gloria del Tabor. El Padre entrega a su Hijo para la salvación del género humano. «Se transfiguró ante Pedro, Santiago y Juan... y se oyó la voz del Padre "Este es mi Hijo amado, escúchenlo"»; y ellos se asustaron. Pero, también fue grande su gozo «Bajando del monte les prohibió contar el hecho, hasta su resurrección».
§ Para entenderlo, consideremos el hecho de Abraham. Dios le pide que le ofrezca en holocausto al hijo de la promesa: fe y confianza a toda prueba. «Coge a tu hijo unigénito a quien tanto amas... y ofrécelo en holocausto». Y Abraham obedece sin protestas. Pero un papá o una mamá pueden imaginarse lo que se siente si le piden a su hijo para "sacrificarlo". ¿Acaso no protestan cuando el Señor pide un hijo para sacerdote o religioso?
§ La lógica de Dios la podemos entender solamente si entramos en el campo de la fe. Es otra dimensión, porque el Reino de Dios no es de este mundo; exige fe radical; es transformación total. Mientras no hayamos llegado a la fe de Abraham no ganaremos la vida de ese Reino. Cuidado con los falsos profetas: radio, televisión, revistas; "profesionales sabios." El Reino del Señor es reino de verdad, transformación, resurrección.

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