Lima, 12-04-2009 / Año 105 - Nº 5452

VIGILIA PASCUAL
El futuro del hombre no es la nada, es la vida. Cristo ha resucitado gracias al poder de Dios. El Dios de la promesa es fiel: cumple su Palabra. Jesucristo es el primogénito de los resucitados, la garantía de nuevo mundo que nos espera. La resurrección de Jesús es un acontecimiento real. También es una experiencia. ¿Somos capaces de proclamar con verdad que el Señor ha resucitado? La esperanza que Jesús, el Señor, nos brinda, es la causa del gozo de la Iglesia.
I. COMIENZO DE LA VIGILIA O LUCERNARIO
Esta noche, según antiquísima tradición, es noche de vela ante el Señor, de tal modo que, teniendo presente la recomendación del Evangelio, las lámparas estén encendidas en las manos de los fieles, para que se asemejen a los hombres que esperan que retorne el Señor. Se bendice el fuego, se prepara el cirio pascual, se va en procesión con el cirio encendido y se entona el solemne pregón pascual.
II. LITURGIA DE LA PALABRA
En esta vigilia, "Madre de todas las vigilias", se proponen nueve lecturas: siete del Antiguo Testamento y dos del Nuevo (epístola y evangelio). Escuchamos, en silencio meditativo, la Palabra de Dios. Recordemos las maravillas que Dios ha realizado para salvar al primer Israel, y cómo en el avance continuo de la historia de la salvación, al llegar los últimos tiempos, envió al mundo a su Hijo, para que, con su muerte y resurrección, salvara a todos los hombres.
III. LITURGIA BAUTISMAL
Esta noche de la resurrección del Señor es también la noche en la que los cristianos nacemos a su vida nueva: es la noche en la que celebramos y renovamos el bautismo que nos hace hijos de Dios, hermanos de Jesucristo, fuertes con la fuerza del Espíritu Santo.
IV. LITURGIA EUCARISTICA
La Eucaristía es la cena pascual que permite a los discípulos del Señor participar en la muerte y resurrección de Cristo con actitud gozosa de acción de gracias de esta nueva creación.
DOMINGO DE RESURRECCION
Hoy es un día diferente, hermanos. Hoy es un día nuevo. Hoy es el Día, el día de Dios y nuestro día. Es el gran domingo. Hoy es la Pascua. La Fiesta. Estamos tocando con gozo y con fe el fundamento y el centro de nuestra fe. Estamos en el día que da sentido a todo lo cristiano. La Pascua inaugura un tiempo de gozo. Jesucristo ha resucitado como primicia de la vida que nos espera a todos. Jesús el Señor, es ya la Cabeza de esta nueva creación.
PRIMERA LECTURA: Hechos 10, 34a.37-43
HEMOS COMIDO Y BEBIDO CON El DESPUES DE SU RESURRECCION

En el testimonio de los apóstoles, como cimiento, se asienta la Iglesia. Ellos habían sido testigos de cómo Jesús pasó haciendo el bien y fueron testigos también de su resurrección que ahora proclaman.
SALMO RESPONSORIAL: 117
Respondemos:
Éste es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo.
SEGUNDA LECTURA: 1ª Corintios 5, 6b-8
QUITEN LA LEVADURA VIEJA PARA SER UNA MASA NUEVA

Alegrarse en Cristo resucitado, implica hacer crecer este gozo. El apóstol nos invita a ser levadura nueva para la Pascua. Se trata de fermentar con el júbilo pascual las oscuridades y los desánimos de nuestra vida y de la vida del mundo.
EVANGELIO: Juan 20, 1-9
EL HABIA DE RESUCITAR DE ENTRE LOS MUERTOS
Los Evangelios no narran la Resurrección, pero nos hablan de los testigos que creyeron. El sepulcro vacío es un signo que por sí solo no demuestra nada, pero que, para Juan, será un llamado a la fe. Nosotros, creemos sin haber visto, apoyándonos en el testimonio de los Apóstoles.

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