Fundado: 24-04-1904 Lima, 03-05-2009 / Año 105 - Nº 5455 - 4000 ejemplares

JESUS, EL BUEN PASTOR
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El Dios siempre fue y es el Buen Pastor. Siempre guió al pueblo de Dios, su pueblo, a través del tiempo para conservar la fe en la promesa de salvación eterna, para los que observan sus enseñanzas. Él lo precisa: «Yo soy el Buen Pastor: "Conozco a mis ovejas y las mías me conocen a mí"». Da su vida, por su propia voluntad por nuestra entrada al Reino del Padre... "Yo soy la puerta". "Yo doy mi vida para recobrarla de nuevo... esa es la orden que he recibido de mi Padre".
§ Conocer a Jesús quiere decir saber que nos ama... y amarlo... y, por tanto, obedecerlo y serle fiel... Creer en Él: amor, conocimiento, identificación. Quien dice: "Yo creo en Jesús, pero vivo a mi manera", es un hipócrita. El Señor les diría lo que dijo a los dos discípulos de Emaús: "¡Qué necios y torpes son...!"
§ El Señor da su vida libremente... Él no obliga... Y tú, libremente, ¿qué le das? Hay en el mundo muchos seres humanos que lo rechazan porque no lo conocen; que si lo conocieran, cambiarían como Pablo o como tantos santos y trabajarían para hacerlo conocer por las ovejas alejadas y evitarían el pecado dando testimonio de vida y ejemplo a las otras ovejas.
§ El Apóstol Pedro, cuando habla a los judíos aclara que: "fuera de Él no hay salvación". ¿Y qué es "salvación"? Es lo sigue después de esta existencia terrena, que si es vivida en la obediencia a ese Nombre nos abrirá esa puerta que es Él, para entrar en la eterna felicidad. Ese es el camino de la verdadera libertad. ¡Maduremos! El Buen Pastor, siempre distribuye a manos llenas el perdón y la remisión de los pecados. Es tanto su amor por nosotros, que en la Cruz nos da como Madre nuestra a su Madre: vida dulzura y esperanza nuestra. El Papa Juan Pablo II nos dice que María es el primer escalón para llegar a Jesús, en quien está la salvación. Acudamos a Ella, que nos lleva su Hijo.

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