Fundado: 24-04-1904 Lima, 31-05-2009 / Año 105 - Nº 5459 - 4000 ejemplares

PENTECOSTES, FIESTA DEL ESPIRITU
§ Los Apóstoles, reunidos en el Cenáculo, reciben al Espíritu Santo como lenguas de fuego y son transformados y comienzan a predicar en lenguas que todos entienden. Y Jesús los envía: "Como el Padre me envió... yo les envío". Los Apóstoles, confirmados en la verdad, salen a enseñar sin miedo la nueva vida en el Espíritu.
§ Jesús se presentó y les dijo: "La paz con ustedes"... sopló sobre ellos y comunicándoles al Espíritu Santo les da el poder de perdonar o retener los pecados, instituyendo el sacramento de la reconciliación, y los llenó de la fuerza de Dios, para que continúen la obra del Padre. Como en el Génesis Dios inspiró en los primeros padres un soplo creador de vida; "reciban el Espíritu Santo", fue para los Apóstoles y luego para los bautizados, el soplo de la nueva vida en el Espíritu... Son hombres distintos: son la Iglesia de Cristo, depositaria de Su Sangre redentora. El que quiere oír sus enseñanzas verá la luz; el que no, quedará ciego.
§ El pecado es oposición a la energía de salvación de Cristo. La aceptación y discernimiento de la verdad nos lleva a la salvación en el Cuerpo de Cristo por el Espíritu Santo.
§ El Espíritu Santo nos infunde, en el Bautismo, la fuerza de las 7 virtudes: Fe, Esperanza, Caridad, (Virtudes Teologales) y Prudencia, Justicia, Fortaleza, Templanza. (Virtudes Morales). Esas fuerzas, nos dan energía para ganar la batalla, las tentaciones del maligno, que "ronda en torno nuestro buscando a quien devorar." Luego, recibiendo el sacramento de la Confirmación se nos infunden los dones que Isaías cataloga como siete: Sabiduría Entendimiento, Consejo, Fortaleza, Ciencia, Piedad y Temor de Dios, que son como el viento que infla las velas de nuestra "barquilla" para surcar con más seguridad el mar de esta vida.
§ Con esas fuerzas podemos producir los frutos que San Pablo cuenta doce: caridad, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, longanimidad, mansedumbre, fe, modestia, continencia, castidad. (Gal 5.22-23) ¡Cuánta ayuda te da el Señor para facilitarte el camino! ¡No pierdas la oportunidad!

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