DOMINGO DE PENTECOSTES
El Domingo de Pentecostés (cincuenta días después de la Pascua) nos muestra que las experiencias de la Resurrección nos han puesto en el camino de la vida verdadera. Pero esa vida es para llevarla al mundo, para transformar la historia, para fecundar a la humanidad en una nueva experiencia de unidad (no uniformidad) de razas, lenguas, naciones y culturas. Cristo subió al Cielo y envió su Espíritu para que los Apóstoles continúen su obra. Hoy es el aniversario del inicio de la Iglesia, bajo la acción del Espíritu Santo. Estamos en unión con todos los miembros de la Iglesia difundida en todo el universo, inmensa comunidad animada por el Espíritu de Jesús resucitado.
PRIMERA LECTURA: Hechos de los Apóstoles 2, 1-11
SE LLENARON TODOS DE ESPIRITU SANTO Y EMPEZARON A HABLAR
El viejo relato de la torre de Babel evocaba la humanidad profundamente dividida: los hombres ya no hablaban el mismo lenguaje. En el día de Pentecostés, el Espíritu de Dios reúne a los hombres y les revela las maravillas de Dios. Y todos entienden. Ojalá este milagro se de hoy para todos aquellos que buscan la unidad entre los hombres y creen en el poder del amor.
Salmo responsorial: 103
Respondemos: Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra.
SEGUNDA LECTURA: 1ª Corintios 12, 3b-7.12-13
HEMOS SIDO BAUTIZADOS EN UN MISMO ESPIRITU, PARA FORMAR UN SOLO CUERPO
Tal como los miembros distintos de un cuerpo único, los cristianos son diferentes. Pero manifiestan, los unos por los otros, el mismo espíritu. Que el Espíritu Santo nos reúna en un solo Cuerpo. Así seremos la iglesia de Cristo al servicio del mundo.
EVANGELIO: Juan 20, 19-23
COMO EL PADRE ME HA ENVIADO, ASI TAMBIEN LES ENVIO YO. RECIBAN EL
ESPIRITU SANTO
En el Evangelio de san Juan, Pentecostés es una aparición de Cristo resucitado, con todas las características de la gracia pascual: la paz, el gozo, el Espíritu, el perdón de los pecados. Jesús transmite (o mejor ejercerá por la mediación de los Apóstoles) el poder de juicio que Dios le ha conferido por la Resurrección.
EL FUEGO DEL ESP
IRITU
El Espíritu Santo como fuego, consume y destruye:
- nuestros pecados, para dolernos de ellos y cambiar de vida;
- las malas inclinaciones, que pueden levantar cabeza y hacernos daño;
- los odios y resentimientos internos, con la llama del amor al prójimo.
El Espíritu Santo como fuego, nos transforma como el hierro puesto al fuego, como transformó a los Apóstoles:
- de ignorantes en iluminados.
- de cobardes, ahora ardientes de valor.
- de tristes por la partida de su Señor, ahora entusiastas por el consuelo del Espíritu.
El Espíritu Santo como fuego nos enciende a todos con las palabras del Señor:
- Él vibra en las palabras de los santos: Santo Tomás de Aquino, San Juan Crisóstomo, San Agustín, y tantos otros...
- es la luz que se difunde en los Pontífices, Sacerdotes, y discípulos. Vocaciones religiosas, llenas de entusiasmo y celo incansable.
En 1617, se celebró un noviciado jesuita. La Reina Margarita de Austria lo inauguró con fuegos artificiales, y se hizo volar un muñeco con cohetes, con un verso que decía:
Negué al Espíritu Santo, mas hoy mi fuego me obliga que en su templo me desdiga.
El Domingo de Pentecostés (cincuenta días después de la Pascua) nos muestra que las experiencias de la Resurrección nos han puesto en el camino de la vida verdadera. Pero esa vida es para llevarla al mundo, para transformar la historia, para fecundar a la humanidad en una nueva experiencia de unidad (no uniformidad) de razas, lenguas, naciones y culturas. Cristo subió al Cielo y envió su Espíritu para que los Apóstoles continúen su obra. Hoy es el aniversario del inicio de la Iglesia, bajo la acción del Espíritu Santo. Estamos en unión con todos los miembros de la Iglesia difundida en todo el universo, inmensa comunidad animada por el Espíritu de Jesús resucitado.
PRIMERA LECTURA: Hechos de los Apóstoles 2, 1-11
SE LLENARON TODOS DE ESPIRITU SANTO Y EMPEZARON A HABLAR
El viejo relato de la torre de Babel evocaba la humanidad profundamente dividida: los hombres ya no hablaban el mismo lenguaje. En el día de Pentecostés, el Espíritu de Dios reúne a los hombres y les revela las maravillas de Dios. Y todos entienden. Ojalá este milagro se de hoy para todos aquellos que buscan la unidad entre los hombres y creen en el poder del amor.
Salmo responsorial: 103
Respondemos: Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra.
SEGUNDA LECTURA: 1ª Corintios 12, 3b-7.12-13
HEMOS SIDO BAUTIZADOS EN UN MISMO ESPIRITU, PARA FORMAR UN SOLO CUERPO
Tal como los miembros distintos de un cuerpo único, los cristianos son diferentes. Pero manifiestan, los unos por los otros, el mismo espíritu. Que el Espíritu Santo nos reúna en un solo Cuerpo. Así seremos la iglesia de Cristo al servicio del mundo.
EVANGELIO: Juan 20, 19-23
COMO EL PADRE ME HA ENVIADO, ASI TAMBIEN LES ENVIO YO. RECIBAN EL
ESPIRITU SANTOEn el Evangelio de san Juan, Pentecostés es una aparición de Cristo resucitado, con todas las características de la gracia pascual: la paz, el gozo, el Espíritu, el perdón de los pecados. Jesús transmite (o mejor ejercerá por la mediación de los Apóstoles) el poder de juicio que Dios le ha conferido por la Resurrección.
EL FUEGO DEL ESP
IRITUEl Espíritu Santo como fuego, consume y destruye:
- nuestros pecados, para dolernos de ellos y cambiar de vida;
- las malas inclinaciones, que pueden levantar cabeza y hacernos daño;
- los odios y resentimientos internos, con la llama del amor al prójimo.
El Espíritu Santo como fuego, nos transforma como el hierro puesto al fuego, como transformó a los Apóstoles:
- de ignorantes en iluminados.
- de cobardes, ahora ardientes de valor.
- de tristes por la partida de su Señor, ahora entusiastas por el consuelo del Espíritu.
El Espíritu Santo como fuego nos enciende a todos con las palabras del Señor:
- Él vibra en las palabras de los santos: Santo Tomás de Aquino, San Juan Crisóstomo, San Agustín, y tantos otros...
- es la luz que se difunde en los Pontífices, Sacerdotes, y discípulos. Vocaciones religiosas, llenas de entusiasmo y celo incansable.
En 1617, se celebró un noviciado jesuita. La Reina Margarita de Austria lo inauguró con fuegos artificiales, y se hizo volar un muñeco con cohetes, con un verso que decía:
Negué al Espíritu Santo, mas hoy mi fuego me obliga que en su templo me desdiga.
DON BOSCO, MISTICO DE LA ACCION
«La mística apostólica se dirige a la acción y la percepción de la presencia de Dios, en el mundo histórico» (Ch. Bernard). En este sentido preciso y formal decimos que Don Bosco es un místico, porque su vida transcurre bajo el régimen habitual de los dones del Espíritu Santo: es un místico de la acción apostólica porque los dones del Espíritu Santo, que sobresalen en él, son los que están ordenados a la acción don de consejo, de fortaleza, de piedad y de temor de Dios. El actuar de Don Bosco trasciende las fuerzas y las capacidades de su persona. Don Bosco, movido y poseído por Dios, va más allá de los humano. Así como Jesús se estremece de gozo en la oración del júbilo, así Don Bosco vibra de consolación mística cuando contempla al Espíritu de Dios actuando en el corazón de los jóvenes y del mundo.
«La mística apostólica se dirige a la acción y la percepción de la presencia de Dios, en el mundo histórico» (Ch. Bernard). En este sentido preciso y formal decimos que Don Bosco es un místico, porque su vida transcurre bajo el régimen habitual de los dones del Espíritu Santo: es un místico de la acción apostólica porque los dones del Espíritu Santo, que sobresalen en él, son los que están ordenados a la acción don de consejo, de fortaleza, de piedad y de temor de Dios. El actuar de Don Bosco trasciende las fuerzas y las capacidades de su persona. Don Bosco, movido y poseído por Dios, va más allá de los humano. Así como Jesús se estremece de gozo en la oración del júbilo, así Don Bosco vibra de consolación mística cuando contempla al Espíritu de Dios actuando en el corazón de los jóvenes y del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario