Lima, 28-06-2009 / Año 105 - Nº 5463

DOMINGO XIII DEL TIEMPO ORDINARIO
Jesús, Señor de la naturaleza, se nos presenta hoy como dueño de la vida, devuelve la vida a una niña: signo maravilloso de la vida desbordante del Dios de los vivos. Jesús dijo: "Yo soy la vida". A Él acudimos en este domingo que, como todos los domingos, hace presente entre nosotros la Pascua del Señor.
PRIMERA LECTURA: Sabiduría 1, 13-15; 2, 23-24
LA MUERTE ENTRO EN EL MUNDO POR LA ENVIDIA DEL DIABLO
Dios es el Dios de los vivos, no de los muertos. El crea al hombre para la vida. Escuchemos la reflexión de un hombre sabio del Antiguo Testamento.
SALMO: 29, 2 y 4.5-6.11 y 12a y 13b
Respondemos: "Te ensalzaré, Señor, porque me has librado"
SEGUNDA LECTURA: 2ª Corintios 8, 7.9.13-15
DISTINGANSE POR SU GENEROSIDAD
Jesús se hizo pobre hasta dar su vida por amor por nosotros. Somos invitados a compartir nuestra vida con los demás. San Pablo alude a una colecta por los hermanos necesitados.
EVANGELIO: Marcos 5, 21-43
CONTIGO HABLO, NIÑA, LEVANTATE
Jesús se enfrenta con la muerte de un ser joven llamado a vivir. En este evangelio se ve, cómo la muerte se opone a la naturaleza de los hijos de Dios. Esta resurrección de la niña, no es la Resurrección verdadera que será la de Cristo.
JESUS SIEMPRE PROCLAMA EL AMOR
Jesús siempre ha sembrado el amor. Se manifestó a Santa María Margarita de Alacoque en Paray-le-Monial: "he aquí el Corazón que tanto ha amado al mundo" Para que nos diéramos cuenta de su eterno mensaje de amor a los hombres. ¿Cuándo nos daremos cuenta de lo importante de este mensaje? El Señor no busca ventaja propia; Él busca nuestro bien: Él lo tiene todo, a nosotros nos falta todo. Él sabe que el resorte único de nuestra dicha es el amor, y por eso lo predica por doquier incansablemente. Podríamos decir, al modo humano, que sufre la indiferencia de los seres humanos que se alejan de la felicidad por los errores que ciegan, con sus atractivos pasajeros y alejan de la verdadera felicidad. Errores que quieren volcar la marcha del mundo hacia el abismo de las más terribles desgracias como las guerras y triunfo salvaje de los odios. Busquemos el reino del Corazón de Cristo.
DON BOSCO Y LA FORMACION DEL CARACTER
El Padre Graf afirma que el porcentaje de santidad depende del porcentaje de humanidad y de honestidad natural. Si no se halla primero el hombre, no crece el Santo. El Padre Lacordaire afirma que: "sin la honestidad natural, la piedad es sólo una máscara destinada a cubrir las más horribles deformidades del alma". Debo pues, empeñarme en adquirir las virtudes naturales propias de un joven cristiano verdadero, que es una persona abierta, recta, sencilla, sincera, desinteresada, amable, constantemente alegre y jovial.

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