Lima, 04-10-2009 / Año 105 - Nº 5477

DOMINGO XXVII DEL TIEMPO ORDINARIO
Hacer la voluntad de Dios, es la meta que perseguimos como discípulos de Cristo. Para el cristiano, no hay situaciones, estados de vida, circunstancias que nos dispensan para trabajar para el advenimiento del Reino de Dios entre los hombres.
PRIMERA LECTURA: Génesis 2, 18-24
Y SERAN LOS DOS UNA SOLA CARNE
Desde el relato de la creación, el amor entre el hombre y la mujer aparece como un don recíproco total y definitivo. El texto bíblico, nos presenta con mucha delicadeza la unidad del hombre y de la mujer.
SALMO: 127, 1-2.3.4-5.6
Respondemos: "Que el Señor te bendiga desde Sión"
SEGUNDA LECTURA: Hebreos 2, 9-11
EL SANTIFICADOR Y LOS SANTIFICADOS TIENEN UN MISMO ORIGEN
En la carta a los Hebreos, se nos muestra a Jesús, el Hijo de Dios, que nos dio el ejemplo del amor: nos amó hasta el extremo. Se hizo semejante a nosotros hasta en el sufrimiento.
EVANGELIO: Marcos 10, 2-16
LO QUE DIOS HA UNIDO, QUE NO LO SEPARE EL HOMBRE
El génesis nos habló de que Dios creó al hombre y a la mujer para que formaran una pareja con componentes iguales. Jesús se refiere a este texto, y a la pareja creada por Dios, la unión con los lazos indisolubles del matrimonio, diciendo que lo "que Dios ha unido, no lo separe el hombre".
ROMPIENDO ESQUEMAS
¿Pensamos en los valores en nuestra vida cuando atravesamos algún momento de crisis? ¿Que posición debo tomar frente a una circunstancia que compromete los valores de mi vida? Por ejemplo, cuando está comprometida la pureza de mi alma o la lealtad hacia Cristo. Ser leal es mantenerse firme en el respaldo de un ideal, implicando no dar jamás la espalda; esto lo aceptamos, pero ¿qué sucede ante la fuerza de la "tentación"? ¿Debo mantener la lealtad al Señor Jesús, mi Amigo y no ser cómplice de una debilidad o desobediencia al mandato de mi Amigo, siendo desleal y cediendo a la "tentación"?. Muchas situaciones de la vida son un desafío a nuestros principios, a nuestra lealtad con Jesús mi Amigo. Y cuando se trata del valor de la “Caridad", de la "colaboración en hacer el bien a mis semejantes, aún despojándome de mis intereses, a imitación del Señor Jesús. Tengo que saber romper los esquemas que van contra mis valores de moralidad, de pureza, de lealtad, porque no puedo vivir mostrando una cara en unas situaciones y otra cara en otras; eso es ser hipócrita: por fuera rosas y por dentro podredumbre. Cristo es mi fuerza, para ser leal a los valores que Él me revela.
DON BOSCO Y LA FORMACION EN LA HUMILDAD
El remedio más eficaz para la vanagloria es la convicción de su falta de honradez; en efecto, es un robo que se hace a Dios. El vanaglorioso es un ladrón de la gloria de Dios, el cual, empero, no puede tolerar esa injusticia. En todas las obras buenas se pueden distinguir tres cosas: el mérito, la utilidad, la gloria. Dios quiere en su bondad que el mérito sea nuestro; la utilidad, de prójimo, al cual estamos consagrados; la gloria, Suya. Por tanto, el que se apropia del honor y de la gloria del bien, pervierte el orden establecido por Dios y hace un robo al mismo Dios.

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