EL MANDATO MISIONERO ES LA PRIMERA URGENCIA CRISTIANA
Mensaje del Papa para la Jornada Mundial de las Misiones
Benedicto XVI
“Recordad lo que os dije: No es el siervo más que su amo. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán” (Jn 15,20). La Iglesia sigue el mismo camino y sufre la misma suerte de Cristo, porque no actúa según una lógica humana o contando con las razones de la fuerza, sino siguiendo la senda de la cruz y haciéndose en obediencia filial al Padre, testigo y compañera de esta humanidad. A las iglesias antiguas, como a las de reciente fundación, les recuerdo que han sido puestas por el Señor como sal de la tierra y luz del mundo, llamadas a difundir a Cristo, Luz de las gentes, hasta los últimos confines de la tierra. La missio ad gentes debe constituir la prioridad de sus planes pastorales. Que en nuestra acción misionera nos guíe la Virgen María, estrella de la nueva evangelización, que dio al mundo a Cristo puesto como luz de las gentes, para que lleve la salvación “hasta el extremo de la tierra” (Hch 13,47)
COMUNICA TU
ALEGRIA
Proponte llevar cada día un poco de júbilo al que esté triste. Puedes hacerlo directamente, con tu palabra, tu aliento, tu saber compartir, o tu saber relativizar la gravedad de la situación o del suceso con una nota de esperanza, con un gesto de ayuda, con una chispa de humor, con una sencilla distracción, con una invitación amistosa, con una nota escrita o una llamada telefónica, con un regalo, con una alabanza... O directamente, con la oración, llevando sentimientos positivos hacia todos los que sufren tristeza o depresión. La alegría crece cuando se comparte. Compártela toda y la recobrarás multiplicada.
SUPERANDO EL
MAL HUMOR
Si hoy te despertaste de mal humor, peleado con la vida, por causa de tantas preocupaciones y situaciones incómodas que tendrás que resolver... ¡cálmate! ¿Será que existe solución para todo? No querrás abrazar tus preocupaciones y problemas todos de una sola vez. Tus brazos son demasiado pequeños: ¡no lo vas a conseguir! Intenta resolver una cosa a la vez. Todos los laberintos tienen sus salidas. ¡La paciencia no puede faltar! ¡Dios va a estar cerca de ti todo el día! ¡No se va a ausentar! Basta que confíes en su presencia. Vengan a mi todos los que están cansados bajo el peso de sus cruces, y yo les daré descanso (cf. Mt 11,28)
Mensaje del Papa para la Jornada Mundial de las Misiones
Benedicto XVI
“Recordad lo que os dije: No es el siervo más que su amo. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán” (Jn 15,20). La Iglesia sigue el mismo camino y sufre la misma suerte de Cristo, porque no actúa según una lógica humana o contando con las razones de la fuerza, sino siguiendo la senda de la cruz y haciéndose en obediencia filial al Padre, testigo y compañera de esta humanidad. A las iglesias antiguas, como a las de reciente fundación, les recuerdo que han sido puestas por el Señor como sal de la tierra y luz del mundo, llamadas a difundir a Cristo, Luz de las gentes, hasta los últimos confines de la tierra. La missio ad gentes debe constituir la prioridad de sus planes pastorales. Que en nuestra acción misionera nos guíe la Virgen María, estrella de la nueva evangelización, que dio al mundo a Cristo puesto como luz de las gentes, para que lleve la salvación “hasta el extremo de la tierra” (Hch 13,47)
COMUNICA TU
ALEGRIAProponte llevar cada día un poco de júbilo al que esté triste. Puedes hacerlo directamente, con tu palabra, tu aliento, tu saber compartir, o tu saber relativizar la gravedad de la situación o del suceso con una nota de esperanza, con un gesto de ayuda, con una chispa de humor, con una sencilla distracción, con una invitación amistosa, con una nota escrita o una llamada telefónica, con un regalo, con una alabanza... O directamente, con la oración, llevando sentimientos positivos hacia todos los que sufren tristeza o depresión. La alegría crece cuando se comparte. Compártela toda y la recobrarás multiplicada.
SUPERANDO EL
MAL HUMORSi hoy te despertaste de mal humor, peleado con la vida, por causa de tantas preocupaciones y situaciones incómodas que tendrás que resolver... ¡cálmate! ¿Será que existe solución para todo? No querrás abrazar tus preocupaciones y problemas todos de una sola vez. Tus brazos son demasiado pequeños: ¡no lo vas a conseguir! Intenta resolver una cosa a la vez. Todos los laberintos tienen sus salidas. ¡La paciencia no puede faltar! ¡Dios va a estar cerca de ti todo el día! ¡No se va a ausentar! Basta que confíes en su presencia. Vengan a mi todos los que están cansados bajo el peso de sus cruces, y yo les daré descanso (cf. Mt 11,28)
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