Lima, 10-01-2010 / Año 106 - Nº 5491

BAUTISMO DE JESUS
Hoy celebramos el Bautismo de Jesús en el río Jordán por Juan Bautista. No es el bautismo tal como lo entendemos nosotros hoy, ya que Jesús todavía no lo había instituido. Era un rito que para Él iba a tener un sentido profundo: su investidura oficial como Mesías, Siervo, predicador del Reino de Dios. Por nuestro Bautismo, estamos llamados a continuar la misión de Cristo en el mundo de hoy.
PRIMERA LECTURA: Isaías 42, 1-4.6-7
MIREN A MI SIERVO, A QUIEN PREFIERO
Esta lectura del Profeta Isaías es el primer canto del siervo de Yavé. Este siervo está llamado por Dios y formado por Él para traer la justicia a las naciones. Él es humilde, pero lleno de fortaleza. Él es el preferido de Dios y ungido por el Espíritu Santo.
SALMO: 28, 1a y 2.3c-4.3c-4.3b y 9b-10
Respondemos: "El Señor bendice a su pueblo con la paz"
SEGUNDA LECTURA: Hechos de los Apóstoles 10, 34-38
UNGIDO POR DIOS CON LA FUERZA DEL ESPIRITU SANTO
La segunda lectura es del libro de los Hechos de los Apóstoles. Ella resume una enseñanza fundamental sobre Cristo, quien fue bautizado y ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo. Por eso tuvo el poder de proclamar el Reino de Dios y de sanar a los enfermos porque Dios estaba con Él.
EVANGELIO: Lucas 3, 15-16.21-22
JESUS SE BAUTIZO, MIENTRAS ORABA, SE ABRIO EL CIELO
El Evangelio de hoy nos presenta dos escenas: Juan el Bautista anunciando al pueblo que él no es el Mesías; y Cristo en oración después de su bautismo y la voz que se oye del cielo presentando a Jesús como el Hijo amado y el Mesías esperado.
DAR A DIOS
Se veía en la pared de un templo de Lima, una inscripción que decía: "Dale a Dios lo que te sobra". Me hizo gracia eso de “lo que te sobra”. Claro que, seguramente, la intención era buena: dar, repartir a los pobres, lo que ya no usas; lo que ya, estando todavía servible, no te es útil. Pero mi reflexión fue al sentido más profundo, porque a Dios se le da lo mejor de sí mismo, no “lo que a uno le sobra". Todo lo que tenemos y somos es de Dios. Lo que tienes debes multiplicarlo, potenciarlo, según la parábola de los diez talentos. El, cuando vayas a su presencia, te dirá:" ¿Qué me traes de bueno hecho durante tu vida en la tierra? Y tú, ¿qué tendrás? Ten en cuenta, que para El sólo vale lo que es hecho por amor, con amor, con profunda fe. Amorosa fe en El. El siempre hace mención a ella, a cuantos se le acercan a pedirle algo: "Tu fe te ha salvado”, "Mujer qué grande es tu fe", “No he encontrado tanta fe en Israel". Todas tus obras hechas con profunda fe, serán lo mejor de tí que ofrecerás al Señor. De este modo te llenarás de la esperanza de alcanzar todo lo que El promete; y entonces lo amarás, y harás todo lo que El desea. Por las obras llenas de fe y de esperanza, y creyendo y esperando, por el amor llegarás a El.
DON BOSCO Y LOS ESTUDIOS
La sabiduría no entrará en un alma maligna, ni habitará en un cuerpo sometido al pecado. Por eso repetía con convicción: "Sin la religión no hay verdadera ciencia" porque “la verdadera ciencia es el santo temor de Dios" y "sin el temor de Dios la ciencia se convierte en necedad".

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