Lima, 31-01-2010 / Año 106 - Nº 5494

IV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Hermanos, celebramos nuestro encuentro con Dios nuestro Padre, por medio de la Eucaristía, alimentándonos de la mesa de la Palabra de Dios y del Cuerpo de Jesús. La mesa de la Palabra: nos presenta la vocación del Profeta Jeremías quien no fuera bien recibido por su pueblo. Cristo, el gran Profeta del Nuevo Testamento, fue rechazado por su propia gente. San Pablo nos dice que en medio de este mundo hostil tenemos que practicar una virtud esencial: la caridad. Este alimento nos prepara al diario vivir en un mondo difícil, para el auténtico discípulo de Jesús.
PRIMERA LECTURA: Jeremías 1, 4-5. 17-19
TE NOMBRE PROFETA DE LAS NACIONES
La primera lectura nos habla de la vocación del profeta Jeremías. Su misión: es elegido para que diga todo cuanto Dios le mandó proclamar. Su actitud interna: no debes desmayar ante los grandes de la tierra. Sus pruebas: las persecuciones. Su esperanza: "No podrán contigo, pues contigo estoy".
SALMO 70, 1-2. 3-4a. 5-6ab. 15ab y 17
Respondemos: "Mi boca cantará tu salvación, Señor"
SEGUNDA LECTURA: 1ª Corintios 12, 31-13, 13
QUEDAN LA FE, LA ESPERANZA, EL AMOR; LA MAS GRANDE ES EL AMOR
En su carta a los corintios san Pablo compone un himno sublime a la caridad. Describiéndola en actitudes humanas concretas para convivir en armonía. El amor es un don del Espíritu Santo que perdurará por siempre.
EVANGELIO: Lucas 4, 21-30
JESUS, COMO ELIAS Y ELISEO, NO ES ENVIADO SOLO A LOS JUDIOS
Como Jeremías en la primera lectura, Cristo en el Evangelio y como profeta no es bien recibido en su propia tierra. Llenos de ira arrojaron a Cristo fuera de la ciudad. Cristo continuó su misión hasta el final.
EL MAL
"Mientras algunos querrían eliminar o resolver el problema del mal, a su manera, la mayor parte se contenta con olvidarlo. Nuestra civilización industrial, en efecto, a diferencia de cuantos la han precedido, no puede integrar el mal, se esfuerza por olvidarlo. Cuando en otros tiempos se acercaba un aldeano a la muerte no se lo ocultaban; llamaba a los suyos, se santiguaba y acababa en la fosa junto a Abraham. Hoy en cambio, cuando alguien va a morir, no se lo dicen. Cada vez se lo dicen menos. La misma esposa de Gerard Philipe, en una punzante meditación sobre la muerte, que el "tiempo de un sufrir”, nos explica cómo ella no se atrevió a decir la verdad a su marido, víctima de un cáncer”. Jean Claude Barreau
DON BOSCO Y LA VIDA INTERIOR
La formación cristiana de las personas es obra sobrenatural; por eso los esfuerzos del educador y del apóstol no logran resultado alguno sino están vivificados por la oración, por la piedad, por la vida de unión con Dios. El apóstol es un instrumento de Dios, es claro que el instrumento no hace nada por sí solo, si no se halla bajo el continuo influjo de la causa principal, mediante la estrecha unión con ella.

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