Fundado: 24-04-1904 Lima, 23-05-2010 / Año 106 - Nº 5510 - 4000 ejemplares

ESPIRITU SANTO: ALMA DE LA IGLESIA
Juan 20, 19 - 23
§
Como sedientos acerquémonos a la fuente de agua viva. Reconociendo nuestras fatigas interiores, pidamos al Señor que encienda un fuego nuevo en nuestro corazón, cerrado a la alegría por motivos efímeros. Él está dispuesto a verter en nosotros el agua que apaga la sed profunda, que lava una vida ofuscada por los errores del pecado.
§ Si amamos, si queremos aprender a amar únicamente en la escuela de Cristo, guardando sus palabras, se nos dará una nueva condición de existencia: el Espíritu de Dios vivirá en nosotros como en Jesús, haciéndonos en él hijos de Dios, liberados de la esclavitud del pecado y, por tanto, libres de elegir el seguimiento de Cristo como camino de vida.
§ Como maestro interior, enseña al corazón la oración filial, el abandono confiado del niño que se sabe amado y llevado por su padre. Como artista divino, transfigurará el rostro interior de cada uno como imagen irrepetible del Hijo Unigénito. Como testigo veraz, nos hará comprender y recordar los secretos del Reino de los cielos,
§ "Envía, Señor, tu Espíritu, y renovarás la faz de la tierra". Envíalo y renovarás también nuestro rostro, haciéndolo radiante con tu luz.

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