Lima, 01-08-2010 / Año 106 - Nº 5521

DOMINGO XVIII DEL TIEMPO ORDINARIO
Hermanos, hoy, el Señor nos invita a reflexionar sobre nuestra vida actual. ¿Tiene valor o es vanidad? Si ponemos todos nuestros esfuerzos en cosas del mundo, no tenemos seguridad. Dios solamente puede darnos paz y tranquilidad. En la Palabra de Dios, se nos iluminará la fe sobre los auténticos valores para el cristiano.
PRIMERA LECTURA: Eclesiastés 1, 2; 2, 21-23
¿QUE SACA EL HOMBRE DE TODOS LOS TRABAJOS?
El Eclesiastés se plantea con dureza el problema del vivir. Este mundo es la estación final del afán humano. ¿Qué saca el hombre de todo su fatigoso afán bajo el sol? Hay valores más grandes.
SALMO 89, 3-4.5-6.12-13.14 y 17
Respondemos: "Señor, Tú has sido nuestro refugio de generación en generación"
SEGUNDA LECTURA: Colosenses 3, 1-5.9-11
BUSQUEN LOS BIENES DE ALLA ARRIBA, DONDE ESTA CRISTO
En la segunda lectura se expresa también el sentido del vivir. San Pablo nos exhorta a morir al pecado y renacer a una vida nueva, una vida con Cristo y en Él. El cristiano es un ciudadano del cielo que ya comienza en la tierra si se viven los valores del Evangelio.
EVANGELIO: Lucas 12, 13-21
LO QUE HAS ACUMULADO, ¿PARA QUIEN SERA?
El Evangelio de hoy sigue el mismo tema: nuestra meta no pueden ser solamente las cosas terrenas. Cristo no condena a los ricos sino el mal uso que hacen de las riquezas. Ser ricos para Dios, exige abrir nuestros graneros a los demás.
VIVIR INTENSAMENTE
La aventura de un nuevo amanecer es siempre un privilegio. ¡Una gracia! Eleva a Dios tu agradecimiento, y vive de forma intensa todos los momentos de tu día, haciendo de cada uno de ellos un gran acontecimiento. Vivir con intensidad es estar bien consigo mismo y con el otro, es estar en paz con la propia conciencia. Esta paz viene de tu amistad con Dios, de tu adhesión al amor, concretada de modo pacífico y adecuado en tu relación con las personas. Si haces el bien, tú estarás viviendo intensamente. Dejando de hacerlo, no demuestras tu gratitud a Dios por la bendición de haber sido considerado para un día más de vida. Recuerda: El que recibe a un niño como éste en mí nombre me recibe a mi; y el que me recibe no me recibe a mí, sino al que me ha enviado (cf Mc 9, 37)
DON BOSCO Y LA FORMACION DEL LAICO CONSAGRADO (EL SALESIANO COADJUTOR)
El Salesiano coadjutor es espejo de virtud y de buen ejemplo. Don Bosco prosigue: "Os expondré ahora el segundo pensamiento. Como debéis ayudar en obras grandes y delicadas, habéis de adquirir muchas virtudes, y como debéis presidir a otros debéis ante todo dar buen ejemplo" "Bastará recordaros que sois ayudantes, auxiliares Coadjutores de Don Bosco; que sois continuadores de su obra de redención, que trabajáis con él en el mismo campo, con los mismos medios, con igual sistema y método y con el mismo fin, y por tanto con el mismo espíritu, para convenceros de la necesidad de adquirir muchas virtudes, antes bien, de tener con Don Bosco un mismo modo de pensar, de sentir, de amar, hablar y obrar; lo cual quiere decir tener el verdadero espíritu salesiano.

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